MUTUA MADRID OPEN
Manolo Santana: «Cuando uno hace innovaciones no puede esperar que gusten a todos»
El director del Mutua Madrid Open charla sobre las nuevas pistas, el momento que está viviendo Nadal y los cambios que ha experimentado el mundo del tenis desde que comenzó su carrera
DAILY ABc
Manolo Santana (Madrid, 1938) se pone cómodo en el sofá de su despacho en la Caja Mágica y responde sonriente a las preguntas. Aunque no necesita presentación, no está de más recordar que fue el primer español que se coronó en Roland Garros (1961) ... y en Wimbledon (1966) , «cuando la gente en España no sabía ni lo que era el tenis». Llegó al número uno con 23 años. Hoy cumple 74, pero asegura que dentro de 25 tendrá «tanta marcha» como ahora.
Preguntarle por la tierra azul otra vez quizás le resulte pesado, ¿no?
Yo no me canso de contestar. Las innovaciones que hay en el mundo del tenis son constantes en los últimos 20 años. Por ejemplo, el Open de Estados Unidos se ha jugado en hierba, luego en tierra verde oscura y luego en pista dura de color azul. ¿Por qué azul? Porque se ve mucho mejor la bola y porque es el color «in» de los torneos ahora. Cuando uno hace innovaciones no puede esperar que gusten a todos. Lo que quiero es que la gente me lo diga directamente y se busque una solución. Somos un torneo joven y seguiremos innovando.
¿Le preocupan las declaraciones de Rafa Nadal? Parece que se encuentra incómodo en la pista azul.
No. Él ganó en una pista rapidísima cuando jugábamos en el Madrid Arena, y también ha ganado aquí (en la Caja Mágica). Es tan bueno que gana Roland Garros en tierra batida, al día siguiente se va a Londres y gana el Queen's en hierba, descansa dos semanas y gana Wimbledon (lo hizo en 2008). La gente quiere ver ganar a Rafa, sea en tierra azul, roja o donde sea.
Afortunadamente tenemos a Rafa, pero cuando lo deje, el torneo continuará
¿Tendría tanta importancia el torneo si no hubiese un español en los primeros puestos de la ATP? ¿Nadal hace a Madrid...?
Ni Madrid hace a Nadal ni Nadal a Madrid. Afortunadamente tenemos al campeonísimo que es Rafa, pero tarde o temprano el torneo tiene que continuar. Recuerdo que en tenis cuando estaba Agasi y Sampras parecía que era lo máximo que se podía ver en el tenis. Luego salieron los fenómenos que hay ahora (Federer, Djokovic, Ferrer) y es un espectáculo verlos jugar. Dentro de 5 o 6 años desgraciadamente no veremos a Rafa, a los 31 o 32 llegará un momento que lo dejará, pero el torneo tiene que continuar.
¿Eso es una fecha de caducidad?
Espero que no, pero por su manera de jugar, tiene lesiones constantemente en la rodilla… Ahora los jugadores duran menos que hace 30 años. Mucho menos. Yo gané Wimbledon a los 28 años, ahora eso es impensable, a excepción del campeonísimo Federer. Ojalá Rafa dure muchos años.
¿Qué piensa de extender el torneo hasta los doce o quince días?
Sería lo ideal, así los jugadores jugarían un día y descansarían otro. El sistema de la ATP está muy condensado, solo esta semana había tres torneos, más Madrid: Estoril, Munich y Belgrado.
Cuando gané Roland Garros la gente en España no sabía lo que era el tenis
Cambiando de tercio, usted contribuyó a hacer el tenis menos elitista.
Cuando gané Roland Garros, lo máximo que se puede ganar en tierra batida, llegué a Madrid y era como si hubiese ganado «Alcorcón». La gente no sabía si la pelota era redonda o cuadrada. El tenis era muy elitista, solo la gente que tenía posibilidades económicas podía jugar. Afortunadamente eso ha cambiado, y me siento orgullosísimo de que sea en parte gracias a mis triunfos. Luego aparecieron Moyá, Albert Costa, Corretja, Rafa... Todos los campeones que ha habido después de mí han mantenido el tenis tan popular como es ahora.
Entonces, ¿el tenis es más atractivo ahora?
Sí, ahora es mucho mejor. Todo ha cambiado, el deporte se ha dado a conocer y hoy los grandes deportistas se han convertido en estrellas mediáticas, y tienen un arrastre de gente impresionante. Yo entiendo que, muchas veces, las polémicas que puedan suscitar se deben a la presión que tienen constantemente. A veces tienen muchos compromisos adquiridos. En mi época no era así, viajábamos solos. Ahora, además, están acompañados por 8 o 10 personas en cada viaje: la familia, el entrenador, el «fisio»...
La figura del entrenador ha ganado mucho peso
Sí, esto es como en el matrimonio: si las cosas van mal, piensas en divorciarte. Si la cosas no funcionan tienes que buscar soluciones. En el tenis pasa exactamente igual. Es admirable la confianza que tiene Nadal con su técnico, por ejemplo, y no es porque sea su tío, es porque es un gran entrenador. Los jugadores necesitan tener a alguien cerca. Durante los partidos, cuando termina un punto miran hacia el palco y se sienten arropados. La familia también es un punto de apoyo.
Muchas polémicas se generan por la presión a la que se someten los jugadores
¿La Davis es su espinita clavada?
Al contrario, ¡fui el primero en llegar a la final! Un cojo nunca puede ganar una carrera de 100 metros si los otros están perfectamente. Yo era el único que en ese momento, sin menospreciar para nada a mis compañeros, podía luchar contra los australianos. Ahora tenemos un equipazo fenomenal, donde no solo juega Rafa, que si juega en tierra ganamos seguro. Los dobles son muy buenos todos. Yo estoy encantado de haber jugado dos finales. En el deporte no hay espinitas clavadas, solo hay satisfacciones. Por lo menos para mí.
¿Vive este deporte al margen de la crisis?
No hay nada que viva al margen de la crisis. Los premios son los mismos y los jugadores cobran exactamente igual, pero en este momento todas las organizaciones tienen sus problemas. Necesitamos el apoyo de los patrocinadores y del público. También es importante que Ion Tiriac haya llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid para que nos apoye los próximos años.
¿Cuál es su porra para la final?
Los dos mejores llegarán a la final, eso es lo que quieren todos los directores de torneo. El que más fuerte viene es Rafa. Acaba de ganar en Barcelona y los demás no han ganado nada en las últimas tres semanas. Para mí, es el favorito.
Por cierto, ¿hace cuánto no se compra una raqueta?
Uff, hace 40 años. Cuando empecé a jugar más o menos bien lo primero que tuve que hacer fue encontrar una raqueta que me gustase, adaptarla a mi forma de jugar y conseguir que las casas comerciales me la diesen. Ahora les dan las raquetas, las zapatillas... todo. Todavía me las darían si quisiera, pero prefiero que se las den a los jóvenes, que son los que las necesitan.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete