mutua madrid open
Tsobanian: «No somos tradicionales, somos un torneo del siglo XXI»
El director del Mutua Madrid Open defiende la innovación por encima de todo, «solo así se consigue estar en lo más alto»
laura marta
Jugador de tenis de nivel amateur medio, como él mismo se define, tiene en cambio entre sus manos uno de los torneos más importantes del circuito. Siempre atento a cualquier mejora y cualquier novedad en la que proyectar sus esfuerzos, Gerard Tsobanian se enorgullece de ... que el Mutua Madrid Open siga innovando en un mundo tan aparentemente tradicional como el tenístico.
—¿Por qué eligió Madrid? —Estuve viajando por todo el mundo en Sydney, después de sus Juegos Olímpicos, también Japón y encontrar una ciudad que quisiera albergar un torneo de esta categoría. Hablé con el Ayuntamiento aquí y estaban buscando para promocionar la candidatura de los Juegos Olímpicos de 2012 y buscaban un evento de gran nivel y de amplia cobertura televisiva para demostrar al mundo que Madrid era una ciudad que pudiera albergar un gran evento deportivo.
—¿Qué aporta un evento así a la ciudad de Madrid? —No tiene otros eventos como fórmula 1. El efecto de tener un evento identificado con una ciudad es positivo: Montecarlo, Roma, etc... El deporte vincula un mensaje positivo y tener el nombre de la ciudad en la pista, identificar el evento con la ciudad, se valora con muchos millones de euros.
—El torneo cumple once años. ¿Qué novedades presenta esta edición? —Cada año intentamos aportar mejoras. En diez años hemos construido un gran evento con un nivel muy alto y siempre estamos pensando cómo podemos ser mejores. Es el cuarto año que estamos en la Caja Mágica y nos vamos adaptando mejor al espacio. Hemos creado cuatro pistas de entrenamiento y se ha configurado una mejor comunicación entre las pistas, el flujo de gente será más fluido, habrá más información... Todo lo que consideramos que mejoraba la estancia de los espectadores.Hemos desarrollado un torneo virtual que va en paralelo al real, con el mismo sistema de clasificación. Hace un mes que se puso en marcha y cuando se llegue a cuartos, todos tendrán una acreditación de tenista profesional y podrán comer en el mismo sitio que el resto de jugadores. Creo que va a tener mucho éxito porque atra a mucho público joven y sentirse como competidor es un premio muy interesante.
«Siempre estamos pensando en mejorar, en innovar, en continuar a un nivel muy alto»
— Y la pista azul. —Desde luego es la principal novedad. Ya llevábamos cuatro años probándola y teniendo una pista para que los jugadores nos dieran su opinión. Y como con todo, si preguntas a 50 personas tendrás 50 opiniones diferentes. Quisimos apostar por ello definitivamente porque la visibilidad es mucho mejor que con la tierra roja. Hemos ido afinando cada año la calidad y la textura y, por fin, los organismos oficiales, la ATP y la WTA, nos dieron el sí.
—¿Qué ventajas tiene? —Hemos hecho un estudio con el instituto tecnológico AIDO cuyas conclusiones dicen que la pelota se ve mejor en fondo azul que sobre fondo rojo. Se ve mejor en los jugadores, en la pista y en los dos millones de espectadores por la televisión. La conclusión es clara y muy informativa de que esto es mejorar. Adaptarse a la realidad de hoy y de las nuevas teconologías es lo que hay que hacer, para que llegue mejor al consumidor final porque son ellos los que dan la audiencia y las entradas y atraen a los patrocinadores. Es imprescindible mejorar el producto.Si es posible dar todo lo mejor sin perjudicar a nadie, ¿por qué no hacerlo?
— Los jugadores no se han mostrado demasiado favorables. ¿Es muy diferente a la hora de jugar? —Es diferente la sensación, pero porque no existen dos tierras iguales. Eso hay que dejarlo claro: no hay dos torneos con dos tierras batidas idénticas, por muy rojas que sean . La sensación de jugar en Montecarlo no es la misma que en Madrid o en Barcelona, pero el color no influye más que la altura, las condiciones climatológicas o el grano que se consiga.
— ¿No le preocupa la polémica? —Es la misma que cuando incorporamos recogepelotas modelos. Tuvimos que luchar mucho y convencer a mucha gente de que no era denigrante y que no les quitábamos oportunidades a los niños. Las modelos trabajan igual y se entrenan incluso más que los chavales. Es la seriedad y la profesionalidad con la que trabajamos las novedades lo que ayuda a que sea finalmente aceptado y que andie se aceurde ya de aquella polémica.
— ¿Es el del tenis un mundo demasiado tradicional? —Es importante y difícil ponerse en el lugar del otro: nosotros en el lado de los jugadores y ellos en el nuestro, pero los dos intentamos mejorar. Para mí, Rafael Nadal es un ejemplo, es mi ídolo. Como persona y por su forma de jugar. Siempre educado, respetuoso con todo el mundo, conmigo, con mi mujer, se ha hecho fotos con mis hijos. Es gracias a la educación que le han dado sus padres, desde luego. Hay que agradecérselo a ellos, y a su tío que es padre y madre a la vez cuando viajan juntos. Y con su juego ha revolucionado el tenis, lo ha transformado y lo ha llevado a otro nivel . Podría ser nuestro icono porque hace lo mismo que nosotros, intentar mejorar cada día e innovar. Él con su juego e incluso su vestimenta, porque nadie antes que él llevaba piratas y camisetas sin mangas, y nosotros con el torneo. Me ha inspirado a evolucionar como torneo joven. Cumplimos once años, no podemos ser iguales que otras competiciones que nacieron mucho antes que este. No somos un torneo tradicional, nacimos en el siglo XXI, y si los dos queremos seguir en lo más alto, tenemos que ser innovadores.
«No hay dos tierras batidas iguales, aunque sean rojas. Y la azul tiene más visibilidad»
—Wimbledon aumentó la cantidad destinada a los premios, ¿está el tenis apartado de la crisis? —En absoluto. Lo hemos notado. Invertir en un evento así no es la primera idea que tienen las empresas de publicidad. Es mucho más directo un spot o una página impresa. El patrocinio no es algo exacto. Aunque es muy bueno conectar una marca con un evento deportivo. Y es lo que hace el torneo, identificar una imagen de deportividad, sano, limpio, de mucho nivel, con las marcas. Pero la crisis afecta a la venta de entradas, los patrocinadores. Y fabricar la pista azul es más caro que hacerla roja.
— ¿Qué final quería ver el último domingo? —Siempre quieres que haga una lucha entre los dos mejores. Djokovic y Nadal estaría muy bien. Del lado de las mujeres falta un poquito que salga el carisma de las nuevas. Todavía no son conocidas. Vienen Sharapova, Williams, Ivanovic, pero no son de la nueva generación que está a punto de tomar el relevo: Kvitova, Azarenka. Es interesante ver que el tenis es uno de los únicos deportes que se realizan torneos con ambos sexos juntos. Ni golf, ni fútbol, ni casi ninguno. Está muy bien tener un torneo combinado porque al espectador le da la sensación de que es un producto completo.
— ¿Aspira a ser un quinto Grand Slam? —Quiénes somos nosotros para decidir eso. Lo que queremos es que nos dejen mejorar cada año y crecer. Que nos dejen crecer y competir al más alto nivel porque será mejor para jugadores, aficionados y toda la industria en general.
— ¿Qué es lo que le motiva? —Lo que más me gusta de mi trabajo es organizar un torneo de primer nivel. Poder desarrollarlo cada año mejor y dar al final un resultado muy entretenido a la gente. Ver las colas y recibir felicitaciones durante la semana porque pasan un buen momento, eso da mucha satisfacción. En general hoy las noticias no son buenas y si durante el tiempo que están aquí se olvidan de la economía me siento muy satisfecho. Paseando por aquí no me veo mucha gente triste, en los restaurantes, en las pistas, comprando souvenirs. Que disfruten, es la clave del éxito.
— Una vez concluya esta edición se pondrá en marcha la siguiente. ¿Ya está trabajando en alguna idea? —Trabajando en nuevas ideas estoy siempre, pero que se pueda adelantar, no (risas). Será sorpresa.
—¿El regreso de la pelota blanca? —(Silencio). ¿Por qué no?
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