Djokovic y el reto de la incertidumbre

Dos son, sobre todo, las incongruencias que ofrece la versión de Djokovic. La prueba PCR por la que argumentó que había dado positivo el día 16 de diciembre dio negativo durante unas horas, lo que le impediría justificar la falta de vacunación. Un tiempo después, el mismo código QR indicaba el ‘positivo’ que respaldaba su excusa. Aún así, se argumenta en su contra que si era positivo el día 16, cómo acudió el día 17 a un acto público sin mascarilla y, el 18, a una sesión de fotos. Algo que la familia no quiso responder. El segundo tema bajo la lupa eran sus respuestas negativas ante la pregunta de si había viajado a otro país antes de llegar a Australia. Según los informes, el serbio dijo que no, pero hay pruebas de que estuvo en Marbella unos días de final de diciembre . Mentira o despiste, son los hechos que alargan una respuesta definitiva para su inclusión o no en el Abierto de Australia, que empieza el lunes 17.

El número 1 del mundo insiste en sus redes sociales que está concentrado solo en competir, y para ello comparta sesiones de entrenamiento con su equipo en Melbourne Park, pero las dudas sobre su participación, con ocho horas retenido en el aeropuerto, es un ruido mediático, diplomático y también emocional que lleva de más en el raquetero. «Para alguien tan exigente y competitivo como él está claro que no son estas las mejores condiciones para prepararse un Grand Slam. Es cierto que no todos los deportistas gestionan igual la presión o momentos de dificultad, lo que para unos es una amenaza de poder perder un sueño, para él puede resultar una oportunidad de reaparecer con más fuerza. Hay que tener cuidado con la ética y los valores de cada deportista», indica para ABC Lorena Cos , psicóloga deportiva. «No, no son las mejores condiciones. Lo lógico es que le influya negativamente, pero el deporte no son matemáticas. Porque hay deportistas que tienen esa motivación de demostrar al mundo que están equivocados», sostiene en la misma línea Óscar del Río , también experto en psicología del deporte.

Para Álex Corretja , extenista y experto en tenis de Eurosport para el Abierto de Australia en una nueva edición que emite la cadena en exclusiva, si alguien puede superar esta situación es Djokovic. «Todos los focos lo apuntaban en si era capaz de llegar a 20 Grand Slams, también en los Juegos Olímpicos. Y ahora todos lo miramos a él otra vez. Está muy acostumbrado a esa presión. En esta ocasión, el hecho de que haya sido previo al torneo, le puede generar una tensión añadida, pero, a la vez, le puede hacer que cuando juegue los partidos piense ‘bueno, por fin estoy jugando a tenis, por fin me puedo olvidar de todo lo que ha sucedido y me dejo llevar por lo que siento en la pista; juego y me olvido’».

Y así lo califica el extenista:«Imagino que no es fácil, pero Djokovic es alguien muy duro de cabeza. Creo que gestiona la presión de forma increíble. Otra cosa es que a veces paga su frustración con la raqueta o gritando porque necesita exteriorizar lo que lleva dentro porque si no explota . Si alguien está capacitado para superar todos estos obstáculos y crecerse es él». «Cuando entre en la competición, será fundamental centrar su atención en aquello que depende de él. Lo que ha pasado hasta llegar allí no servirá de nada una vez esté en pista, sus puntos valdrán igual que los del rival», añade Cos.

No obstante, no solo serán los días previos, también durante el torneo tendrá que enfrentarse a opiniones contrarias a su presencia en Melbourne Park. «Es positivo que ya no esté detenido. Obviamente ganó en el juicio, así que eso es algo positivo para él. Esperemos que pueda concentrarse en el tenis ahora. Pero creo que todavía hay algunas preguntas que deben responderse . Estoy seguro de que las escucharemos de él en los próximos días», apeló Andy Murray. Más crítico fue Nick Kyrgios: «Me siento bastante avergonzado como deportista australiano que ha visto lo que este tipo ha hecho por nosotros y el deporte».