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Tenis

El deporte que silencia los castigos por dopaje

El positivo del brasileño Bellucci, que dijo estar lesionado y cumplía una sanción, cuestiona la rigidez de la ITF, que ya rebajó los casos de Errani y Cilic

JOSÉ CARLOS CARABIAS

El asunto tiene que ver con un término que forma parte de los usos y costumbres del tenis profesional, silent ban, una sanción silenciada. Thomaz Bellucci era hasta el pasado 18 de julio de 2017 un feliz tenista brasileño, cuya zurda le había llevado hasta ... el puesto 21 de la clasificación mundial de la ATP y que ahora pululaba por el 112. En el torneo de Bastad (Suecia) pasó por el filtro del control antidopaje y su vida cambió desde el momento que depositó la orina en el frasco. Ese bote contenía hidroclorotiazida, un diurético prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) que también ha arruinado la carrera de tres futbolistas del River Plate argentino (Qarta, Mayada y Driussi). La sustancia, en términos de dopaje, ejerce un beneficio enmascarante de otros productos dopantes. En cualquier otro deporte, Bellucci sería sospechoso desde ese instante. Pero en el tenis recibe soporte. La Federación Internacional de Tenis (ITF) le ha sancionado con cinco meses cuando podría haberle castigado con cuatro años. Durante este periodo de inhabilitación, el brasileño alegó sufrir una lesión en el tendón de Aquiles. Y nadie habló de su positivo porque nadie lo conocía. El caso no es nuevo y pone en cuestión la rigidez de la ITF respecto al dopaje. Algo parecido le sucedió a la italiana Sara Errani o al croata Marin Cilic.

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