Nadal atropella a Ferrer para llegar a la final

El viento condicionó los primeros compases, muy incómodo porque soplaba con fuerza, casi tanto como con la que resurgió Nadal cuando se vio en apuros. Ferrer empezó bien , ilusionado con su primera semifinal en París, pero dejó de existir demasiado pronto porque se consumió su fe. El duelo se entiende desde un punto muy concreto en el cuarto juego, al saque Nadal. Ahí, Ferrer dispone de dos pelotas de break y se enreda , especialmente en la segunda, conservador de forma incomprensible con una pelota a media pista y con muchísimo hueco para cerrar el juego. La envía a la zona de su rival y se acaba todo. La bestia se ha despertado.

Porque Nadal gana su saque y suma 19 de 22 puntos para apuntarse la primera manga con un 6-2 sorprendente, pues se esperaba mucha más igualdad si se atiende a los precedentes. El número dos del mundo, que rompe en blanco en dos ocasiones, reacciona ante en la adversidad y se lleva todo por delante, magnífico en sus prestaciones. Sus golpes suenan de maravilla , un placer el sonido en cada impacto, y a Ferrer sólo le queda esperar a que termine la tormenta.

Sin embargo, sigue la tónica en el siguiente parcial. Ferrer frena la sangría ganando el primer juego, pero en los cuatro siguientes el resultado le da la espalda. Nadal gana puntos hasta desde el suelo y se pone 4-1 y saque. En esos instantes, l a lluvia irrumpe con fuerza y frena el atropell o, un alivio para Ferrer.

Es casi una hora de parón sin que haya cambios en el paisaje, siempre favorable el camino para Nadal. La pista está algo más lenta, pero ni siquiera así se recupera Ferrer, desesperado y muy inocente con su servicio en todo momento. Nadal allana el camino con otro 6-2 (36 minutos) y roza la semifinal.

El alicantino, por mucho que lo intente, acaba siempre con la misma cara. Trata de invertir la tendencia con subidas a la red, agua. Busca el intercambio, agua. Se la juega de línea a línea, agua. Nadal, sin inmutarse, se apunta el primer break nada más empezar el tercer set y vuelve a romper para ponerse 4-1.

Este domingo, disputará la cuarta final consecutiva de Grand Slam contra Novak Djokovic , con quien ha perdido en las tres anteriores. Pero esto es París, su territorio, y el premio es su séptimo Roland Garros. Llega mejor que nunca.