open de australia
Federer pasa un mal rato
El suizo se confío cuando mandaba por dos sets a Simon y ganó en el quinto
ENRIQUE YUNTA
Hay algo en Roger Federer que se bloquea cuando tiene enfrente a Gilles Simon , buenísimo jugador francés a medio camino que hace un par de años prometía estar entre los grandes. Hasta esta segunda ronda del Open de Australia , ... Federer había perdido en las dos ocasiones que se habían enfrentado y otra vez estuvo a casi nada de volver a tropezar con la misma piedra. Angustiado, incapaz de resolver un duelo que tenía controlado después de ganar las dos primeras mangas, el suizo se llevó el partido hasta el set decisivo. Ahí no falló y ganó después de tres horas y doce minutos.
Como si estuviera en un pulso con Rafa Nadal , el pulso de Federer suplicaba mirando al cielo, extremadamente angustiado para tratarse de la segunda ronda de un grande, precisamente el último que conquistó el segundo del escalafón antes de que Nadal enlazara tres en raya. Sin quererlo, una noche plácida resulto casi dramática porque así lo quiso Simon, rostro con claro perfil francés, tenis de altos quilates.
No pareció que hubiera partido tras el arranque de Federer, directo hacia el triunfo desde que rompió el servicio de su oponente después del tanteo. Se confirmó la teoría una vez se adjudicó el set y mantuviera la velocidad de crucero en el segundo. Pero algo se giró sin previo aviso y Simon, menos tenso, se liberó, soltó el brazo y los fantasmas merodearon por la mente del helvético . Otra vez Simon, el único tenista al que nunca ha ganado.
Vale el partido para que Federer, en la vertiente más optimista, sume autoestima y coja ritmo de competición después de un debut tan placentero como el que tuvo ante Lacko. Hay quien puede pensar que su tenis genera dudas, acorralado en su segundo compromiso de un grande que no ha hecho más que comenzar. Pero, al fin y al cabo, vio la luz después de romper el servicio del francés en el quinto juego del quinto set. En los momentos cruciales, Federer, que desperdició tres bolas de partido antes de alzar los brazos, no falla , pero el susto se lo llevo. En Australia no hay tregua y si no que se lo digan a Novak Djokovic, que también tuvo que sudar tinta para superar al croata Dodig (7-5, 6-7(8), 6-0 y 6-2).
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