Berdych despierta del sueño a Verdasco

Berdych hacía su partido. Bien centrado en la pista y con la raqueta cargada de derechas potentísimas, el número 7 del mundo desarrolló su tenis sin demasiada oposición. La grada intentó activar al madrileño, siempre gritando, buscando en el cielo y en su palco una respuesta que le permitiera entrar en el partido. No llegó, y sí muchos errores no forzados. Perdió su saque dos tres veces en el primer set, con una dolorosa doble falta que hacía el 5-1 para Berdych. Evidencia máxima de su falta de concentración y de ánimo. Los 223 kilómetros por hora que alcanzó el checo con su saque cerró la primera manga por 6-1.

No cambió de cara en el inicio del segundo set. Ofuscado, Verdasco siguió cometiendo errores, sin posibilidad de escapar de una trampa que se puso él solo y cerró Berdych. Cedió el madrileño su primer saque en la segunda manga y todo parecía sentenciado. No obstante, la grada, el recuerdo de la victoria histórica del día anterior, levantó el ánimo de Verdasco.

Su palco, contagiado por el público, aplaudió para motivarle y pareció activarse. Pero se quedó al principio del camino y con el 2-2 en el marcador, no supo hacer más.

Una raqueta al aire simbolizó la frustración, acumulada golpe a golpe, fallo tras fallo, en un partido que nunca dio sensaciones de ganar ni poder presentar más batalla.

Verdasco se despide del Mutua Madrid Open. Amarga la derrota por su resolución, tras su histórica victoria. El sueño duró poco. Berdych se convirtió en pesadilla.