El Abierto de Australia, pendiente del aire contaminado por los incendios

Ya en la Copa ATP cada servicio directo conseguido por los jugadores se transformó en dinero, e incluso varios tenistas, a título individual, han decidido colaborar con aportaciones económicas . También los organizadores de los demás Grand Slams, Roland Garros, Wimbledon y US Open, anunciaron ayer una donación de 400.000 dólares (360.000 euros) para la Cruz Roja.

El tenis, que estos días debería estar viviendo los nervios del comienzo del Abierto de Australia, observa con estupor y pena hacia los incendios. Y también al cielo, enrarecido debido al humo y que amenaza la salud de los jugadores. Ayer, la jugadora eslovena Dalila Jakupovic abandonó su encuentro de la fase previa contra la suiza Stefanie Vogele cuando estaba cerca de la victoria debido a un ataque de tos provocado por el aire contaminado . «Me sentía mal de verdad, nunca había experimentado algo así. Tenía mucho miedo de colapsar porque ya no podía caminar. Ni siquiera tengo asma ni problemas respiratorios por el calor. Me asusté», admitió.

También Maria Sharapova y Laura Siegemund decidieron dar por concluido el encuentro de exhibición de Kooyong Classic por las dificultades respiratorias a las que se vieron sometidas por la mala calidad del aire.

Ayer, la jornada inaugural de la fase previa del torneo tuvo que retrasarse una hora y la organización también se vio obligada a cancelar los entrenamientos programados en las pistas exteriores debido a que el aire había alcanzado niveles de contaminación que entraron en el rango de «peligroso», y por el que se aconsejaba no realizar ningún tipo de actividad física al aire libre. «Tenemos varios dispositivos midiendo la calidad del aire, seguimos los consejos de médicos y especialistas. Nuestro objetivo es la salud de nuestros jugadores, empleados y aficionados. Cualquier decisión que tomemos será pensando en su salud y su bienestar », comunicó Craig Tiley, director del torneo.

No obstante, también indicó que no hay retrasos en el comienzo del Abierto de Australia 2020 -desde la madrugada de ayer y hasta el 2 de febrero- y que tomarán las medidas oportunas en función de los niveles de calidad del aire que ofrezcan los expertos. Además, subrayan, tienen techo en sus tres pistas principales y otras ocho cubiertas para los entrenamientos e incluso para los partidos, en caso de que fueran necesarias.

En una de esas pistas se entrenó ayer Rafael Nadal , ya olvidada la Copa ATP en la que España cayó en la final contra Serbia y en plena preparación para el primer Grand Slam del año, en el que tiene a opción de igualar los 20 grandes títulos de Roger Federer.

En Melbourne también se pone en juego el número 1 del mundo , ahora en manos del manacorense, pero que podría arrebatarle Novak Djokovic si es el serbio quien se hace con el trofeo, y el español no alcanza las semifinales. Pero antes de centrarse en la pista, el tenis mira hacia el cielo.