Pablo Carreño se ha especializado en desquiciar a sus rivales. Es un portento físico que llega siempre a cualquier ataque bien colocado y dispuesto a contragolpear . Como lo hizo en su partido contra Novak Djokovic .
El serbio atacó, atacó y ... atacó, pero no fue lo suficientemente insistente para minar la moral de Carreño, que se mantuvo firme aunque volara de un lado a otro de la pista. En cuanto Djokovic bajó el nivel, contraatacó el español y sentenció el punto con una dejada a la que no llegó un exhausto número 2 del mundo.
Aunque el español aguantó y presionó a Djokovic hasta el tercer set, al final se quedó más recursos y terminó perdiendo por 6-2, 4-6 y 6-4.
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