Tenis

El calvario de Del Potro

Operado por cuarta vez de la rodilla derecha, el argentino apura sus últimas opciones para volver a jugar al tenis

Del Potro ha iniciado la recuperación de la rodilla tras pasar por el quirófano Instagram

Al igual que Sísifo en el inframundo, Juan Martín del Potro parece condenado a empujar una roca hasta la cima de una montaña que nunca llega a coronar. Su castigo, eso sí, llegó de la manera más injusta, cuando en plena madurez tenística, ... y tras haber superado cuatro operaciones en sus muñecas (una en la derecha y tres en la izquierda), el argentino daba muestras de estar en su mejor momento. Pero un resbalón, una mala caída, lo devolvió a la base de la montaña. El 11 de octubre de 2018, jugando el Masters de Shanghái frente a Coric , se fracturó la rótula de la pierna derecha. Adiós a la temporada, aunque con cierto aire de optimismo por evitar el quirófano. Ocupaba el cuarto puesto en el ranking ATP, con el primero en el punto de mira. Sin saberlo, acababa de empezar una pesadilla.

De primeras, su equipo optó por un tratamiento conservador con la idea de volver lo antes posible. De hecho, reapareció en febrero y compitió, sin alcanzar su pico de forma, hasta el mes de junio. Para las molestias de aquellos meses se recurrió a un tratamiento de terapia regenerativa. Pero en junio, frente a Denis Shapovalov en Queens, volvió a fracturarse la rótula derecha y, esta vez sí, tuvo que pasar por quirófano . Un mal movimiento lo devolvía a la casilla de salida. Fue operado en Barcelona por los doctores Jaume Vilaró y Ángel Ruiz Cotorro y se le practicó una ‘exéresis del fragmento’. No se especificó el tiempo de recuperación, pero se daba por hecho que no reaparecería hasta, mínimo, finales de año. «No sé si fue mi último partido de tenis», confesó justo antes de ser operado. No ha vuelto a jugar desde entonces .

En su cabeza siempre ha estado la idea de volver a coger la raqueta, pero la verdad es que las molestias, que no desaparecen, y el dolor, que amenaza con cronificarse, no se lo están poniendo nada fácil. Y esta semana, por cuarta vez en apenas tres años, volvió a ser operado de la maldita rodilla derecha . «La definitiva», escribió en sus redes sociales. En esta ocasión, tras Barcelona, Miami y Berna, eligió Chicago para ser intervenido . Desde Argentina cuentan que es la última bala que le queda, consciente de que con 32 años, y tres sin competir, el tiempo se le acaba. El sueño es reaparecer en los Juegos de Tokio, una cita que le trae maravillosos recuerdos tras la plata en Río 2016 y el bronce en Londres 2012 .

Una lesión complicada

El doctor Ripoll , director del reconocido centro Ripoll y De Prado, aporta algunas claves: «Un tenista juega en una posición de semiflexión de piernas, es decir, arranca con el aparato extensor de la rodilla. En esa posición, la presión de la rótula sobre el fémur es máxima y cualquier pequeño efecto o daño en el cartílago produce dolor. Por eso, el tenis es uno de los deportes donde la patología del aparato extensor se soporta peor». En este sentido, el daño inicial de la rótula sí podría haberse solucionado, pero la realidad es que los dolores no desaparecen para Del Potro .

Además, el hecho de que haya pasado en cuatro ocasiones por el quirófano no es una buena noticia, pues las sucesivas operaciones pueden deteriorar determinados tejidos: «La repetición de intervenciones quirúrgicas no trae nada bueno para los tejidos porque estos, cuando cicatrizan, no forman un tejido igual al de antes, sino uno con un componente de tejido conectivo y con mayor rigidez», explica Ripoll. Antes de esta última operación, Del Potro probó con un tratamiento con células madre en Brasil, también sin el éxito esperado, para acelerar su recuperación.

Después de la pesadilla que le tocó vivir con la muñeca izquierda, que lo llevó incluso a plantearse la retirada, es la rodilla derecha la que le niega ahora su regreso a las pistas. Una batalla que Del Potro no da por perdida y apurará hasta el final. «Es difícil, tres años sin jugar y una lesión del aparato extensor es una situación complicada… Ojalá vuelva», dice Ripoll, que señala el ejemplo de un compañero suyo en el circuito ATP: «Ahí está Rafa Nadal, que ha superado en muchas ocasiones el dolor porque tiene una mentalidad competitiva gigante. El deportista de máximo nivel tiene que saber absorber la presión, tener un ansia insaciable de triunfar y una capacidad superior de sufrir el dolor, dado que la gran mayoría de los deportistas sufre multitud de lesiones a lo largo de su carrera. Es el precio de la élite».

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