Roberto Bautista: corazón, compromiso y equipo

El de Castellón de la Plana, ganado el puesto en este Mundial del tenis a pulso desde hace años, instalado en este curso en el 9 del ranking, el título de Doha en su vitrina y con las semifinales de Wimbledon como hito mayúsculo, jugó el martes, invitado a romper el hielo en esta nueva Davis contra Rusia. Perdió contra Andrey Rublev ; pero se resarció el miércoles con una victoria sobre el croata Nikola Mektic. Pocas horas después, ponía rumbo a casa por el empeoramiento de su padre. El jueves se anunciaba el fallecimiento.

Un golpe emocional tremendo para un jugador que se ha levantado de mil zancadillas más. Hace un año perdía a su madre, Esther , pocos días antes de comenzar Roland Garros. Entre la pena y el desconsuelo, Bautista viajó a París y debutó con triunfo en el albero francés contra Denis Istomin, y continuó hasta que Novak Djokovic lo derrotó en tercera ronda. «Creía que era mejor venir y no encerrarme. Me ayuda tener la mente en Roland Garros. Las sensaciones, es verdad, no son las mejores, pero el tenis es mi vida», confesó en aquel momento. El tenis como salvavidas.

El mismo camino que ha seguido en esta semana de Mundial, recuperado para impulsar a España hacia la sexta Ensaladera. El sábado ya volvió a ocupar su lugar en el banquillo. Y ayer, en un ejemplo de gestión de las emociones que pocos deportistas poseen, una victoria de prestigio y corazón contra Auger-Aliassime y que recibió la ovación más bonita de esta Davis.

Cuando el drive del canadiense se estrelló en la red, levantó la mirada, el dedo índice señaló al cielo, ese homenaje que ahora comparten su madre y su padre, agradeció con los brazos abiertos el respeto de los aficionados y desató las emociones , incapaz de reprimir las lágrimas cuando quiso ponerse a hablar para devolver el cariño. «No podría haber jugado hoy [por ayer] sin el esfuerzo que han hecho mis compañeros esta semana. Para salir de una semana tan complicada hay que dar un paso adelante. Todo eran dificultades, pero me he sabido sobreponer y dar el punto a España». En la banda, su futura mujer, Ana Bodí, con quien se casará la próxima semana, tampoco ocultaba la emoción.

Para terminar, un abrazo fraternal con sus compañeros, en un gesto de familia porque este golpe que trascendió el deporte se ha vivido en el vestuario con el más hondo respeto y ha unido más que cualquier triunfo .

El jueves, además de las palabras y los mensajes de pésame, el equipo le rindió su pequeño homenaje al silenciar la Caja Mágica durante un minuto antes de la eliminatoria ante Argentina y dejar constancia de su presencia con el espacio que él hubiera ocupado. «Hemos pasado muchas cosas que nos han hecho más fuertes como grupo», aceptó Feliciano López.

Porque también ha habido obstáculos deportivos, como las lesiones de Pablo Carreño , agarrotado tras su derrota ante Guido Pella. La espalda traicionó a Marcel Granollers antes de la eliminatoria contra Gran Bretaña. Complicaciones que España ha sabido solventar con compromiso, cariño y amistades mucho más importantes que los resultados conseguidos. Incluso esta Ensaladera que ya es de todos.

Un trocito grande lleva el nombre de Bautista Agut. El primero en dar un paso al frente cuando se trata de jugar por España, disponible siempre para defender la camiseta nacional. Incluso cuando la vida convierte el deporte en un hecho intrascendente. Incluso así, siempre Roberto Bautista.

«La persona de la semana es Roberto Bautista. Lo que ha hehco es inhumano. Un ejemplo para el resto de mi vida», se expresó Nadal , con la mano en el corazón.