José Antonio Rueda y David Muñoz, jóvenes expertos y sedientos de gloria en Moto3

Para 2025 se ha abierto el abanico de candidatos al título y entre los aspirantes aparecen los nombres de José Antonio Rueda y David Muñoz, de 19 y 18 años respectivamente, jóvenes pero expertos ya en la categoría y sedientos de gloria que este año ascienden de nuevo en la jerarquía. Rueda está en las quinielas. Ha batido el récord del circuito de Jerez en los test de pretemporada marcando la pauta en ese trazado y ya sabe lo que es ganar una carrera del Mundial tras conquistar el triunfo en el último Gran Premio de Aragón. Muñoz, por su parte, empieza con energía e ilusiones renovadas tras su quinto puesto en la general de 2024 y su cambio de escudería después de tres campañas en la estructura del Boé Motorsports.

El mapa de pilotos de 2024 en Moto3 ha experimentado un cambio sustancial. No es que haya desaparecido del escalafón David Alonso, que tras su dominio de la categoría rematado con el título mundialista ha dado el esperado salto a Moto2, es que los tres siguientes clasificados de la última temporada también han seguido los pasos del avezado hispano-colombiano. Daniel Holgado, segundo, será su compañero en el CFMoto Aspar Team; el neerlandés Colin Veijer, tercero, correrá con el Red Bull KTM Ajo en la categoría intermedia junto al turco Deniz Öncü; e Iván Ortolá, cuarto, también ha ascendido a Moto2, en este caso para competir en el QJMotor Frinsa MSI de Sergio García Dols.

Con los cuatro primeros de 2024 en una nueva categoría, el turno del favoritismo corre en Moto3 y ahí emergen las opciones de Adrián Fernández (Leopard Racing), Ángel Piqueras (MT Helmets MSI) o Joel Kelso (LevelUp - MTA) junto a los dos sevillanos. Ambos, Rueda y Muñoz, quieren seguir creciendo y en la pretemporada han insistido mucho en correr en solitario, sin necesitar la rueda de nadie. A ninguno le falta ambición, como ya han demostrado en años anteriores. Más tiempo en Moto3 lleva Muñoz (50 grandes premios) aunque sea casi ocho meses más joven que su paisano. En 2024 dio por concluido el ciclo en el Boé MotorSports después de una buena temporada rematada con cuatro podios y 172 puntos. Fue segundo en Jerez y Austria y tercero en Assen e Indonesia. Se le resistió su primera victoria en un gran premio, aunque la tuvo cerca. Ese listón quiere superarlo el de Brenes con su incorporación al Liqui Moly Dynavolt IntactGP, que el año pasado contó con Colin Veijer de jefe de filas. Ahora lo será Muñoz y tendrá como compañero en el box al novato italiano Guido Pini.

La temporada 2024 de Rueda (40 grandes premios suma ya) estuvo marcada al principio por la operación de apendicitis que le hizo perderse el Gran Premio de las Américas, en Austin, y también el de Jerez. De los cuatro primeros, sólo acabó el de Portugal, aunque amarrando un segundo puesto en Portimao. El palaciego fue tercero en Cataluña y Sepang y se coronó por primera vez en su incipiente carrera en Motorland, en Aragón. Acabó séptimo de la general con 157 puntos, apenas uno menos que Adrián Fernández, sexto. Rueda continúa en el mismo equipo, el Red Bull KTM Ajo, y esto en principio debe ser una ventaja para él. La otro moto la pilotará el joven murciano Álvaro Carpe, que como el palaciego en su momento aterriza en el Mundial con el aval de los títulos en el Mundial Junior y la Red Bull Rookies Cup. Sólo tres pilotos ha logrado esta doble distinción en la historia y dos de ellos (el otro es Ángel Piqueras) compartirán garaje.

Entre los advenedizos y aspirantes al galardón de rookie del año en la categoría se encuentran Carpe, Pini y Máximo Quiles, que toma el testigo de David Alonso en el CFMoto Aspar Team junto al italiano Dennis Foggia, de 24 años. El italiano vuelve a la cilindrada pequeña tras dos campañas seguidas en Moto2. Nombres habituales de Moto3 como David Almansa, Furusato, Riccardo Rossi, Nepa, Yamanaka, Roulstone y Ogden también pretenden hacerse notar en una temporada en la que Rueda y Muñoz, por la experiencia acumulada y su rendimiento en pretemporada, parece que tienen mucho que decir. Además del paisanaje, comparten la ilusión de erigirse en protagonistas de la categoría y el sueño, por qué no, de convertirse en campeones del mundo. O al menos de ser unos asiduos en los podios. Desde este fin de semana en Buriram, Tailandia, quieren mostrar sus credenciales.