42 kilómetros y una fidelidad a prueba de calendarios: «Paciencia y saber leer el cuerpo»

Sirva de ejemplo Eduardo Silva. Nacido en Olivenza (Badajoz). Cuando a la gente le llega que el DNI de Eduardo dice que en noviembre cumplió 80 años y que después de participar en todas las ediciones anteriores del Maratón de Sevilla se ha inscrito para afrontar la del próximo domingo, «todo el mundo se pone las manos en la cabeza». Eduardo destaca que «muy pocas personas» piensan que tengo «más de 70 años» y reconoce que estar edición tras edición en el Maratón hispalense es algo que «ni yo mismo me puedo explicar bien a qué se debe».

Considera que «seguramente habrá varias circunstancias» y en cuanto al factor físico añade que «no ha habido mala suerte de tener alguna lesión, no he tenido nada especial». Eso sí, en el transcurso de la conversación con ABC de Sevilla, Eduardo hace una pausa significativa para destacar un rasgo del «tenista más famoso de España», ni más ni menos que Rafael Nadal. «Una fuerza mental muy grande. Pues probablemente eso es lo que me mantiene a mí a pesar de todas las dificultades. Yo voy a seguir. Y al final lo consigo».

Personas de edad avanzada que tienen vinculación con el deporte y que participan en maratones. Desde un punto de vista cardiológico se pueden explicar situaciones así. «Tienen de especial que llevan haciendo deporte toda la vida y que son unas personas sanas. Por eso pueden hacer el maratón con edades tan longevas. Si no, sería imposible. El deporte es una medicina excelente porque sirve para todo. Disminuye las enfermedades cardiovasculares. Desde el punto de vista del cáncer también lo disminuye. Es lógico que gente que ha sido deportista toda su vida sean los que menos factores de riesgo tienen. Aún así, les recomendaría a todos que se examinaran y que estuvieran atentos a su cuerpo, porque muchas veces dejamos de escuchar al cuerpo. Nos confiamos y dejamos de escucharlo. Y entonces es ahí cuando surgen los problemas», explica a ABC de Sevilla Francisco Trujillo, jefe de servicio de cardiología en el Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz.

Respecto al aumento de la edad y su influencia en lo cardiológico, Francisco Trujillo cree que «por supuesto que no es lo mismo porque evidentemente los vasos sanguíneos van envejeciendo por mucho que te cuides. Lo que pasa es que la edad biológica de esa persona de 80 años a lo mejor equivale a una de 60. Pero con el envejecimiento, las arterias se van endureciendo y el riesgo de hacer un deporte de ese tipo va aumentando exponencialmente y lo tenemos que saber también».

La traumatología también aporta información para estudiar a aquellos atletas que siguen mostrando una fidelidad al Maratón a prueba de calendarios. «Creo que es la unión de varios factores. Indudablemente tienen una genética privilegiada. Han tenido una preparación física muy buena a lo largo de su vida, con unos programas de entrenamiento muy buenos y luego se une un poco la suerte. No han tenido nunca lesiones graves. Es verdad que, cuando vemos pacientes por encima de los 60-65-70 años corriendo un maratón, a la población hay que lanzarle un mensaje a la población. Son gente que tienen fundamentalmente una genética y una preparación privilegiada y que son las excepciones. No podemos lanzar el mensaje de que la maratón es una prueba que cualquier persona de 70 años puede afrontar de una manera despreocupada. Normalmente, por el proceso de envejecimiento natural de nuestras articulaciones, a esas edades ya vamos a llegar con algún grado de artrosis. Es muy importante que el paciente conozca el estado previo de sus articulaciones», opina Francisco Montilla, especialista en traumatología y cirugía ortopédica del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz.

Habla el atleta pacense Eduardo Silva de la «fuerza mental». Un componente que podría explicar qué le mantiene, con 80 años cumplidos, en la dinámica de una prueba como el maratón. El factor psicológico entra en escena. «Creo que es una cuestión de adaptación y de saber leer su cuerpo», opina José Carlos Jaenes, que ofrece una valoración desde el punto de vista profesional y también personal. Es profesor titular de Psicología de la Actividad Física en la Universidad Pablo de Olavide. Durante 16 años ha sido psicólogo del Centro Andaluz de Medicina del Deporte. Ha escrito dos libros y ha asesorado y entrenado a corredores. Además, participó en las tres primeras ediciones de la Maratón de Sevilla (1985, 1986 y 1987). En 1985 fue quinto en la general.

También ha participado en maratones como las de Madrid, Valencia, Londres, Boston y Nueva York. «Yo pretendo el año que viene, que cumplo 70, correr el de Sevilla y el de Berlín. Pero esto es una cuestión de adaptación. Tengo clarísimo que no puedo correr en 2:34, ni casi en 3:30. Si soy capaz de leer y entender mi cuerpo, la edad, el entrenamiento, no puedo aspirar a ciertas cosas pero tengo una aspiración realista, pues me meto en esa carrera sin problema ninguno. No le recomendaría a personas que han tenido problemas serios de salud que lo intenten. Por narices tampoco hay que correr un Maratón. Hay gente que no está para correr un Maratón. Creo que esas limitaciones hay que aceptarlas», afirma José Carlos Jaenes en la conversación con ABC de Sevilla. «El Maratón también se nutre de lo que está pasando hoy día. La salud de los españoles es mejor que hace muchos años, el tiempo libre ha permitido que muchas personas puedan entrenar », añade Jaenes.

Normalmente el trabajo con el psicólogo tiene una continuidad. «Y trabajamos desde cómo manejar la ansiedad precompetitiva, cómo manejarse y atender el cuerpo durante la carrera. Hay muchas habilidades psicológicas», destaca Jaenes. Es importante conocer el cuerpo de uno mismo aunque sin olvidar que existe la posibilidad de una sorpresa. «He corrido maratones que, sinceramente, no me he enterado. He llegado a la meta y he dicho 'ni fatiga ni nada' y, además, con buenas marcas. Eso es raro. Pero es normal que surja una molestia, una fatiga, un momento de duda o un preguntarse 'si a este ritmo voy a llegar'. Pero es la gran pelea psicológica del corredor. Enfrentarse a sí mismo durante 42 kilómetros de esfuerzo».

José Carlos Jaenes y Eduardo Silva conocen de primera mano lo que supone estar en un Maratón de Sevilla. Ambos destacan de manera especial el hecho de «llegar a la Plaza de España», espacio en el que por entonces estaba instalada la meta. De aquella primera edición de 1985, Jaenes recuerda que «fue una experiencia muy bonita porque no había tradición. Salimos unos 800 y de Sevilla muy pocos. Recuerdo una señora con un botijo en Luis Montoto. También que hice 37 kilómetros prácticamente solo porque en aquella época no había mucha competitividad. Era mi segundo maratón».

Eduardo, por su parte, afrontó en 1985 su primera prueba, «la inocentada de pensar que aquello era nada, coser y cantar, pero costaba. Recuerdo ir a lo mejor por la mitad de la prueba y decir 'si ya no puedo correr más', cómo voy a seguir?'. Y al final se llega». Eduardo hizo su primera maratón con 40 años. Antes no se lo había planteado. «Había corrido pero no la distancia del maratón. Para mí fue un estreno en todos los sentidos». Cada vez que llega a la meta, Eduardo siente «un alivio tremendo y una gran alegría. Y en las últimas, más, porque tengo ya cuatro nietos que entran conmigo en la llegada. En ese momento me siento eufórico». Para Jaenes, completar el recorrido de un maratón se convierte en «una satisfacción difícil de comparar y he tenido muchas experiencias en la vida. Cuando uno termina siempre dice 'ya no corro más'. Al día siguiente ya estás pensando dónde vas a correr después. Es una satisfacción muy grande que se puede compartir con la familia y tenemos conversación para todo el año. Pero insisto, hay que ponerse un reto en el que uno haya invertido suficiente».

Desde la experiencia, Jaenes ofrece como posibles claves para afrontar un maratón «paciencia y saber leer el cuerpo durante toda la carrera. Y saber responder a las demandas que te pide el cuerpo. Habrá momentos en que hay mucha fatiga y hay que aflojar. Momentos en los que uno se sienta bien y puede correr con mayor facilidad. Paciencia y mucho control a lo largo de la carrera. Nunca mejor dicho, correr con cabeza».

PSICOLOGÍA

Claves de la

maratón para

corredores

de edad

más avanzada

Hay que ponerse un reto en el que uno haya invertido

suficiente

Paciencia y saber leer el cuerpo durante toda la carrera

CARDIO

Realizar un entrenamiento suficiente que nos prepare

para afrontar

la carrera

Con el envejecimiento, las arterias se van endureciendo y el riesgo de hacer un deporte de este tipo va aumentando exponencialmente

Es importante un reconocimiento para detectar posibles patologías que no den síntomas y que puedan dar la cara al realizar un gran esfuerzo, como es el caso de la maratón

ARTICULACIONES

Durante la carrera, una rodilla, a cada paso que damos, aguanta entre cuatro y seis veces el peso de nuestro cuerpo

La maratón es una prueba de fuego para las

articulaciones

Después de la prueba suele aumentar la demanda de consulta por dolores articulares

Fuente: Elaboración propia / Gráfico: A. Montes / ABC SEVILLA

Claves de la maratón para

corredores de edad más avanzada

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PSICOLOGÍA

Hay que ponerse un reto en el que uno haya invertido

suficiente

Paciencia y saber leer el cuerpo durante toda la carrera

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Con el envejecimiento, las arterias se van endureciendo y el riesgo de hacer un deporte de este tipo va aumentando exponencialmente

Realizar un entrenamiento suficiente que nos prepare

para afrontar

la carrera

Es importante un reconocimiento para detectar posibles patologías que no den síntomas y que puedan dar la cara al realizar un gran esfuerzo, como es el caso de la maratón

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ARTICULACIONES

Durante la carrera, una rodilla, a cada paso que damos, aguanta entre cuatro y seis veces el peso de nuestro cuerpo

Después de la prueba suele aumentar la demanda de consulta por dolores articulares

La maratón es una prueba de fuego

para las

articulaciones

Fuente: Elaboración propia / Gráfico: A. Montes / ABC SEVILLA

«Desde el punto de vista de la traumatología, el maratón es una prueba de muy altísima exigencia. Hablamos de 42 kilómetros corriendo en un deporte de impacto repetitivo como la carrera continua, donde articulaciones como los tobillos, rodillas, cadera y columna vertebral, están sometidos a un estrés y un desgaste muy importante. El problema del maratón, desde un punto de vista médico, no sólo es la prueba en sí, sino el periodo de preparación que necesita para poder afrontarlo simplemente con garantías de terminarla. Con lo cual es una prueba de fuego para las articulaciones», afirma para ABC de Sevilla Francisco Montilla, también presidente de la Sociedad Española de Rodilla (SEROD).

Cuando se pregunta si hay gente que no llega bien preparada al Maratón, Francisco Montilla recuerda que «normalmente, después de la prueba suele aumentar la demanda de consulta por dolores articulares. La mayoría de las veces, afortunadamente, suelen ser lesiones que no tienen una repercusión importante a largo plazo pero en otras ocasiones sí se pueden ver lesiones serias como fracturas de estrés, cartílago, que ya van a tener, digamos ahí, esa huella del maratón que corrimos en ese momento. Pero es verdad que, a veces, influido por las redes sociales, por gente que da información no completa, nos podemos sentir animados a decir 'tengo que correr la Maratón, esto no parece tan difícil'».

Y es entonces cuando Francisco Montilla ofrece un ejemplo bien claro para dar una explicación a los pacientes. «Piensa que durante la carrera una rodilla, cada paso que damos, aguanta entre cuatro y seis veces el peso de nuestro cuerpo. Estamos hablando de, en un paciente tipo de 80 kilos, está aguantando un impacto de casi 500 kilos, mil veces por kilómetro aproximadamente. Nos podemos hacer una idea de la preparación que necesitamos para que nuestra articulación aguante bien ese nivel de estrés.

Desde el apartado cardiológico, el maratón, «para alguien que está entrenado, no tiene que suponer nada especial, pero para una persona que tiene una patología del corazón puede ser peligroso. Lo importante del maratón son dos cosas. Primero, que las personas que hagan maratón se hayan hecho un reconocimiento para detectar posibles patologías que no den síntomas y que un esfuerzo importante pueda dar un disgusto. En segundo lugar, realizar un entrenamiento y estar preparado para hacerlo», afirma Francisco Trujillo. «Tenemos que escuchar a nuestro cuerpo. Si no escuchamos a nuestro cuerpo estamos perdidos. Y el cuerpo, muchas veces, nos puede dar avisos. Que uno se ahogue más de lo acostumbrado, palpitaciones que no son normales con el esfuerzo que está haciendo, que haya perdido el conocimiento. Esos tres síntomas nos marcan mucho el riesgo que tiene una persona cuando va a hacer cualquier deporte. En las personas que no tienen síntomas, recomendaría que se escuche, también un reconocimiento mínimo. Las personas que no tienen síntomas, un reconocimiento previo para descartar aquellas patologías que no dan síntomas pero que pueden ser peligrosas», añade.

«El reconocimiento básico es una auscultación, una historia clínica y realizar un electrocardiograma. Después hay unas pruebas que ya son más específicas. A alguien que va a hacer un esfuerzo tan grande como el maratón le recomendaría dos pruebas. Realizarse una ecocardiografía porque con eso detectamos las cardiopatías hereditarias que no dan síntomas. Muchas de ellas, no todas. Y segundo, hacer una prueba de esfuerzo porque la principal causa de muerte súbita en los atletas es la cardiopatía isquémica, el infarto. Y por encima de 45 años, especialmente en pacientes que tengan factores de riesgo, pues el maratón, en esos casos, sí puede ser peligroso. Y la prueba de esfuerzo nos puede ayudar a prevenirla», recuerda Francisco Trujillo.

Para aquellos que van a realizar un maratón por primera vez, Francisco Montilla destaca «hacer una revisión médica previa. Tenemos que saber, en estos tiempos donde cada vez hay más gente de determinada edad, sobre todo por encima de 45 años, que quieren correr su primer maratón, el estado de sus articulaciones. Muchas veces somos portadores de lesiones, fundamentalmente ya degenerativas por la edad, que en nuestro día a día no nos han dado grandes síntomas, pero que sí pueden empezar a generarnos problemas a raíz de estas pruebas tan exigentes. Y hay dos cosas fundamentales. Una preparación tutorizada por profesionales y un programa de nutrición adecuado. Es una prueba de exigencia alta, no se puede llegar en plan aficionado porque hemos visto en internet algún programa de preparación. Seremos carne de cañón como solemos decir. Llegar a la lesión durante el Maratón».