Prats: «Vuelvo a la isla por motivos personales; lo deportivo no ha influido»
«Lo decidí antes de terminar la temporada: en Mallorca tengo un hijo al que veo un mes y medio en todo el año», confesó el portero
SEVILLA. Toni Prats ha cerrado un ciclo para abrir otro. Es consciente de que su vida futbolística se acerca al final, pero también, por eso mismo, sabe que empiezan a primar otros intereses. El ahora, de nuevo, guardameta del Mallorca vuelve a la isla en ... la que nació y en la que hizo sus primeras paradas, y no tiene intención de salir más de allí. En su balanza de pros y contras, la familia, reconoce, ha sido la culpable de que la que habría sido su décima temporada en el Betis se haya quedado sólo en el terreno de la conjetura.
«Lo había decidido antes de terminar la temporada -dijo en los micrófonos de Radio Sevilla-. Tenía muy claro que la prioridad, por cuestiones personales y familiares, era regresar a la isla, aunque de no haber sido posible, me habría gustado seguir en el Betis. Ha sido una decisión muy difícil».
El de Capdepera, que anunció que hoy sería presentado como jugador bermellón para las próximas dos campañas, confesó también que hubo interés del Barcelona y explicó esas circunstancias particulares: «Voy a cumplir 34 años y en Mallorca tengo un hijo de siete al que desde hace seis sólo veo un mes y medio al año. Me ha llevado meses tomar una determinación, pero al final ésa ha sido la fuerza que me ha hecho volver. Además, sabiendo que me quedan dos telediarios, si no aprovechaba la oportunidad que se me brindaba ahora, igual no tenía otra para meter la cabeza en el club».
Una inoportuna lesión, a entrada de Zidane, allá por octubre, cuando era titular, marcó un antes y un después para Prats. Su rol en el equipo dejó de ser el que era, si bien Serra Ferrer habló con él para que aceptara seguir: «Me dijo que los tres porteros partíamos con las mismas posibilidades, que es lo que tiene que decir un entrenador. Pero lo normal es que Doblas tenga ventaja. En cualquier caso, el aspecto deportivo no ha influido».
En lo personal, Prats se despide de una ciudad especial para él -«allí me hice hombre, me casé y tuve hijos»-; en lo deportivo, dice adiós a un club en el que ha vivido de todo, incluso el sinsabor de no jugar ninguna de las dos finales de Copa que ha vivido como bético. «Es una espinita que me llevo -señala-; pero no pasa nada, porque al final de todo lo importante es que el equipo pudo ganar la segunda».
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