Baloncesto
¿Qué pasó con... José Antonio Parra?
A finales de los ochenta, este coriano asumió el reto de estructurar y dirigir al emergente Caja San Fernando, que logró bajo su presidencia dos subcampeonatos de la ACB y uno de la Copa del Rey
José Antonio Parra, a la izquierda, en su etapa como presidente del Caja San Fernando
Llegó al Caja San Fernando cuando el proyecto arrancaba y cuando se marchó en 2001, casi catorce años después, de regreso al instituto de Coria donde impartía clases, aquel equipo ya había sido dos veces subcampeón de la ACB y una de la Copa del ... Rey. José Antonio Parra (1953) presidió el club que a base de victorias y gestas generó un boom por el baloncesto en la Sevilla de los noventa.
¿Cuántos años de presidente?
Llegué en la temporada 87-88, con Guillermo Sierra de presidente. Tenía amistad con Miguel Ángel Pino y Juan Manuel López Benjumea. Me buscaron y me dijeron que necesitaban gente. Solamente estábamos Guillermo, Ricardo Amillategui, un abogado y yo. Yo era concejal del PSOE en Coria. Me hice cargo del club en la temporada 88-89 hasta finales de 2001.
Fue protagonista y autor del gran Caja de los noventa.
Fui uno de los artífices, pero conmigo había mucha gente trabajando. Cuando llegué no había ni gerente. Estaba Susana Otero, que era un encanto y hacía de todo. En el 92 trajimos a José Manuel Benedicto como director gerente ya realmente profesional, desde el punto de vista económico, y a Miguel Ángel Morate como director deportivo. Además, se incorporó Salvador Domínguez, el chico para todo. Se iba a las once de la noche del club y volvía a las cuatro de la tarde. Era cartero. Fueron años de mucho trabajo.
¿El gran mérito de aquel Caja San Fernando fue convertirse en el equipo de una ciudad tan dual?
Encargamos una encuesta de opinión en el segundo o tercer año de José Alberto Pesquera y la gente empezaba a tener al Caja como algo suyo. La Caja también hizo un esfuerzo económico muy importante y acertamos con los entrenadores: Pesquera, Petrovic e Imbroda. En una ciudad muy futbolera como ésta, nos hicimos un hueco.
¿Y cómo lo ve ahora?
El Betis ha traído a un muy buen director deportivo, Berdi Pérez. Yo ya le ofrecí en su momento venir a Sevilla y le habría encantado, pero estaba muy comprometido con el Gran Canaria. Además, está Joan Plaza, que le habrá puesto condiciones al Betis para poder aspirar a algo más.
En el momento crítico de 2016, ¿lo llaman o hace usted gestiones?
Me llaman empleados del club. Yo hice alguna gestión para que no desapareciera porque el banco había dado un ultimátum. Gracias a la gestión de muchas personas se logró finalmente que el equipo se quedase en la ciudad y apareció el Betis.
¿Lo enorgullece que a nivel de abonados el referente al que aspirar siga siendo el club de los noventa?
Es una satisfacción. Una ciudad como Sevilla tiene que aspirar a tener cinco o seis mil abonados. Es lo mínimo, pero para eso hay que tener resultados deportivos. Si no los hay, la gente en Sevilla, igual que va, deja de ir. Sevilla, para el baloncesto, no es como otras ciudades.
Con el Betis detrás debería ser factible alcanzar esa suma de abonados aunque lógicamente muchos sevillistas no apoyen ahora al club.
Los del Betis serán más aficionados al Coosur, pero creo que a la afición del Sevilla, excepto a una pequeña parte, le gustaría que el equipo de baloncesto de su ciudad estuviera otra vez arriba si realmente son aficionados al basket. Soy sevillista, pero hay que agradecerle al Betis que se hiciera cargo del club.
A nivel de juego, ¿el equipo de Petrovic o el de Imbroda?
El de Petrovic. Era una máquina de meter puntos. Fuimos a Belgrado en plena Guerra de los Balcanes. Al llegar, el jefe de la policía serbia quiso hablar conmigo y me dijo que tenía que escoltarnos porque nuestro entrenador era del país que estaba en guerra con ellos. Con Petrovic me une una magnífica relación.