El efecto Piterman
R. F.CÓRDOBA. No sucede siempre, pero sí buena parte de las veces, que la situación deportiva de un club camina de la mano de la económica. El Deportivo Alavés comenzó la temporada 2007-2008 sabiendo
R. F.
CÓRDOBA. No sucede siempre, pero sí buena parte de las veces, que la situación deportiva de un club camina de la mano de la económica. El Deportivo Alavés comenzó la temporada 2007-2008 sabiendo que éste era un año de transición tras la ... convulsa era de Dmitri Piterman, pero los muchos problemas derivados de la ruinosa gestión del empresario ucranio-norteamericano se están dejando sentir en el campo.
El cuadro vitoriano, que estuvo en Primera hace sólo un par de temporadas, vive con economía de guerra, lastrado por el proceso concursal que padece desde el verano pasado por las muchas deudas que arrastra la entidad. La apuesta por fichajes de jugadores semidesconocidos siempre es un riesgo, más aún si hombres como Mateo, Pablo Casar o Toni Moral, llamados a sustentar al equipo, sólo dejan buenas actuaciones con cuentagotas.
Aganzo, la amenaza
Sólo David Aganzo, con diez goles en su haber -algunos de ellos decisivos en los últimos minutos de los partidos-, ha dado la talla hasta el momento en una plantilla debilitada en el mercado invernal con la marcha de uno de los jugadores más emblemáticos en Vitoria, el argentino «Pulpo» Astudillo, que se marchó cedido a Osasuna. Con todo, en ese mercado llegaron el defensa del Almería Cabrera y los centrocampistas Stevanovic y Jairo, este último cedido por el Deportivo de La Coruña.
Las riendas del equipo se le entregaron en el inicio del ejercicio a Josu Uribe, que sin embargo no encontró la llave para tener al equipo lejos de la zona peligrosa. Sin embargo, fue toda una sorpresa la apuesta del club blanquiazul para su sustitución, ocurrida hace un mes.
Sin reacción
Y es que el Alavés, mediatizado quizá por su crisis económica, optó tras el partido de transición con Julio Bañuelos por José María Salmerón, técnico de escaso currículo que no ha conocido la victoria en el banquillo del Glorioso en los tres partidos que ha dirigido.
El equipo vasco, que sólo ha ganado uno de sus diez últimos partidos, llegará a El Arcángel con la soga al cuello, al borde de una zona de descenso que no ocupa por temas de average. Y sabiendo que es el tercer peor visitante de la liga, con sólo dos victorias y nueve puntos en su casillero. Mal panorama.
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