El encuentro, disputado a cara de perro por ambos equipos, se saldó más allá del marcador con veintiún exclusiones, once para el Wisla Plock y diez para el Kielce, una tarjeta roja al jugador del Wisla Mirsad Terzic y una azul al del Kielce Jorge Maqueda, en este último caso por haber propinado un mordisco al lateral bosnio.
Pero incluso más llamativa que la imagen del mordisco fue el enfrentamiento entre los jefes de ambos banquillos tras sonar la bocina final. Dujshebaev y Sabaté protagonizaron una discusión subida de tono tras la que el técnico del Wisla Plock (ganador del choque por 29-26) denunció haber recibido un salivazo por parte de su colega. Una acusación a la que el entrenador del Kielce replicó asegurando que había recibido insultos racistas.
La tensión, lejos de enfriarse con el paso de las horas, se mantuvo intacta mientras los técnicos pasaban por diversas radios españolas para explicar el altercado. Ninguno dio su brazo a torcer.
Sanciones «educativas y preventivas»
Por todo esto el comisionado de la Liga polaca de balonmano decidió sancionar con seis encuentros de suspensión a los dos técnicos. «Las sanciones son de carácter preventivo y educativo, encaminadas a prevenir situaciones similares en el futuro y promover los principios del juego limpio», señaló en un comunicado oficial.
También recibieron un castigo especial por la trifulca el extremo del Kielce Arkadiusz Moryto, con cuatro partidos de suspensión, y el pivote croata del Wisla Plock Leon Susnja.
Para los clubes el Comisionado impuso una fuerte multa de 30.000 zlotys (casi 7.000 euros).
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