El 'running back' que corre enfadado con el suelo

De origen puertorriqueño, Pacheco (1999) nació y creció en Nueva Jersey siendo el menor de cinco hermanos. La fatalidad le golpeó brutalmente cuando tan solo era un adolescente. El diez de enero de 2016, Tavoise, su hermano mayor, fue apuñalado hasta la muerte. Este terrible acontecimiento le acercó aún más a su hermana Celeste, a la que unía un vínculo especial. Poco más de un año después, el 20 de septiembre de 2017, la vida de Isiah volvió a recibir un golpe, aún mayor si cabe, cuando Celeste fue también asesinada, en esta ocasión a causa de un disparo en la cabeza que le descerrajó su expareja y padre de uno de sus tres hijos, que fue condenado a 65 años de prisión por el crimen.

Dos desgracias tan importantes hubieran acabado con cualquiera, pero en el caso de Isiah Pacheco forjaron su carácter, otorgándole una motivación extra para alcanzar sus objetivos. Tres días después de la muerte de su hermana, lideró a su equipo, Vineland High, corriendo 222 yardas y un touchdown sobre Egg Harbor Township. Días más tarde se celebró el funeral de Celeste, el 29 de septiembre de 2017, tras el cual volvió a realizar una notable actuación contra Cumberland regional, anotando tres touchdowns.

Un par de años más tarde confesó en una entrevista con NJ.com que estos trágicos acontecimientos se convirtieron en su mayor motivación. De Celeste comentó que «era mi mejor amiga», mientras que de Tavoise afirmó que era el principal artífice del jugador en que se ha ido convirtiendo con el tiempo: «Me animó a jugar al fútbol cuando era niño y nunca tuvo la oportunidad de verme jugar. Tener la oportunidad de jugar me ayuda mucho a no preocuparme por las tragedias que sucedieron. Me hace querer esforzarme más».

Tras un paso no excesivamente brillante por la Universidad de Rutgers, fue seleccionado en la séptima y última ronda del Draft en la posición 251 por los Kansas City Chiefs, algo que no parecía presagiar el excelente rendimiento que acabaría dando en la NFL.

El 'running back' de los Chiefs perfeccionó un nada ortodoxo estilo a la hora de correr con el ovoide, llevando a comentaristas deportivos a comentar que parece que juega «enfadado con el suelo». Una vez atrapa el balón en sus brazos, repletos de recuerdos de sus dos hermanos en forma de tatuajes, 'Pop' Pacheco comienza a correr con ira, de una forma casi violenta, moviendo las piernas a gran velocidad en pequeños pasos y embistiendo a quien se ponga por delante.

Este irregular pero efectivo método hace que sea muy complicado para sus rivales frenarlo. Una marca de la casa que le convirtió en el año de su debut en una de las piezas clave de su equipo, a la postre ganadores de la LVII Super Bowl liderados por un gran Mahomes.

En esta su segunda temporada en los Chiefs, Pacheco vuelve a disputar la Super Bowl, gracias en parte a la gran actuación que tuvo en el tramo final del partido contra los Buffalo Bills que les dio acceso a la final de la Conferencia Americana, donde les esperaban los Ravens. El equipo de Baltimore, que había cuajado una temporada sensacional, era el gran favorito, pero el buen hacer y experiencia de Kansas City en este tipo de partidos les guio a la victoria.

Andy Reid, entrenador de los Kansas City Chiefs, está encantado con su 'running back', especialmente por su capacidad de sacrificio, definiéndole como «el conejito de Duracell, tiene una energía infinita, se deja la vida en cada entrenamiento. Ese es Isiah», sentencia.

Para revalidar el título, Pacheco y los Chiefs tendrán por delante la difícil tarea de doblegar a unos San Francisco 49rs que han logrado sobreponerse en la recta final de la temporada a marcadores adversos, logrando remontadas que parecían imposibles ante Green Bay Packers y Detroit Lions.

La final de la LVIII Super Bowl se disputará la madrugada del domingo al lunes en el Allegiant Stadium de Las Vegas, Nevada, repitiendo contendientes de hace cuatro años. En aquella ocasión, fueron los Kansas City Chiefs los que, de la mano de Mahomes una vez más, lograron una épica remontada tras anotar un brutal parcial en el último cuarto de 21-0.