Golf

El regreso del Seve Trophy desata otra guerra en el 'green'

El Circuito Europeo rescata la idea del genio sin hablar con sus sucesores, lo que no les ha sentado bien

Calendario deportivo de 2023

Colin Montgomerie y Severiano Ballesteros, en la presentación del Seve Trophy 2003 Efe

El mundo del deporte es de lo más curioso, porque es capaz de ir de los amores a los odios sin solución de continuidad. Y viceversa. No hay más que fijarse en las lealtades a las camisetas de unos jugadores que pasan de besar determinados ... escudos a despreciarlos por un puñado de dólares.

Pero lo que se hace más difícil de entender es que se ignoren los legados, esas herencias que determinados personajes históricos han dejado para la posteridad. Y si se habla del golf, Severiano Ballesteros es uno de los hombres que más ha hecho por este deporte y al que se recuerda con más cariño y veneración en todas partes.

Sin embargo, en los últimos meses el Circuito Europeo ha patinado al no tratar convenientemente el retorno a la actividad del Seve Trophy, un campeonato ideado por el genio para cubrir el bienio en el que el combinado del Viejo Continente no tenía actividad de cara a la Ryder Cup. Los americanos sí que se mantenían activos los años impares con la Presidents Cup y eso les permitía mantener cada curso su espíritu de equipo.

De esta forma, en 2000 nació esta competición con una magnífica puesta en escena en El Saler, que duró hasta 2013 en distintos campos y que no solo sirvió para que los jugadores se fueran curtiendo en dos combinados con cierto pique (Europa continental frente a Gran Bretaña e Irlanda) sino también para que futuros capitanes como Colin Montgomerie, José María Olazábal, Nick Faldo, Paul McGinley o Thomas Bjorn tomaran experiencia previa antes de desempeñar esos papeles posteriormente en la Ryder.

El fallecimiento del cántabro en 2011 y los problemas para encontrar patrocinios, al margen de la falta de interés en participar de las estrellas una vez que el astro ya no estaba presente, hizo que el torneo dejara de celebrarse a partir de 2013. El Circuito Europeo, propietario de los derechos de organización, así lo decidió. «Esta fue una decisión que nunca entendí», comenta Iván Ballesteros, sobrino de Seve y organizador de la prueba desde el inicio con la empresa familiar Amen Corner. «Es como si el PGA Tour hubiera dejado de organizar el Arnold Palmer Invitational una vez que hubiera fallecido Arnie», se lamenta al considerar que el espíritu de su tío se debería haber tratado con más cariño desde el Tour. Algo que había pasado más o menos desapercibido hasta el último otoño, cuando decidieron reactivarlo sin informar ni siquiera a sus allegados, algo que les ha molestado mucho.

Los extremos, unidos

Lo que resulta curioso es que los rectores del golf continental han conseguido lo impensable, que las dos ramas de los Ballesteros, que no se hablan desde hace una década, coincidan en criticarles. Por una parte Iván, que fue parte involucrada en la génesis y desarrollo del torneo, y por otra sus hijos, que gestionan el legado de su padre a través de la Fundación que lleva su nombre.

De hecho al primogénito Javier, que es el presidente, lo que más le dolió fue que «hasta un día antes de que se hiciera el anuncio el European Tour no se puso en contacto conmigo para comunicarme que había un nuevo evento 'match play' -siendo este una copia exacta del Seve Trophy- y que quería que mi padre participara de alguna manera», recuerda.

Esta falta de implicación de la familia en la organización del evento (que se celebrará en Abu Dhabi del 13 al 16 de enero con el nombre de Hero Cup) y esa llamada a última hora determinaron que hayan prefido quedarse al margen. «No queremos nada de esto, sino que nos devuelvan el Seve Trophy, no una copia del mismo. Creemos que nuestro padre se merece algo mejor por parte del European Tour, dado el apoyo incondicional que siempre dio al European Tour y el legado que dejó», explica Javier. Mientras, su primo Iván también echa en cara al ET que Guy Kinnings, consejero delegado del Tour, hablase de «haber creado un nuevo torneo innovador que es una evolución de nuestra tradición en las competiciones 'match-play' por equipos». «Quizá Kinnings se ha olvidado de todas las conversaciones que tuvimos cuando él era el mánager de Colin Montgomery y este participó tanto en el Seve Trophy como en el Royal Trophy (Europe vs. Asia) que también organizábamos. Estos torneos sí que fueron innovadores y una evolución para nuestro deporte», recuerda.

Sin españoles en 2023

Para más recochineo, en el combinado continental que estará presente esta semana en el emirato a las órdenes de Francesco Molinari no habrá ningún jugador español. Será la primera vez que ocurra en la historia del torneo. Y eso que hombres como Pablo Larrazábal, Adrián Otaegui o Adri Arnáus, con sus victorias en 2022, han dado motivos más que suficientes para ser seleccionados. Se supone que esta cita va a servirle a Luke Donald para ver cómo funcionan los nuevos golfistas (y algunos veteranos) en situaciones de juego colectivo de cara a tenerles en cuenta para la próxima Ryder de Roma en el mes de septiembre. Y esto no augura nada bueno, ya que salvo la presencia evidente de Jon Rahm y con Sergio García fuera de la convocatoria por propia decisión, la aportación hispana en la Ciudad Eterna puede ser así de escasa. Claro que si se escarba un poco y se ve que Larrazábal y Otaegui han sido afines a LIV Golf desde que se inició la liga saudí, también se puede dar con otra clave a esta ausencia. La única esperanza era que la plaza que quedaba libre a criterio del entrenador/jugador Molinari se le asigne a Arnáus, pero finalmente no ha ocurrido así.

Así las cosas, esta Hero Cup de Abu Dhabi está pasando bastante desapercibida para el público español. Y eso que el propio Kinnings justificó la postura de su organización diciendo que «ya honramos el legado de Seve de muchas maneras, como adornando con su nombre una de nuestras principales salas de reuniones en nuestra sede de Wentworth; con el premio al mejor jugador del año desde 2017 y con el recuerdo en la Ryder Cup de 2018. Nosotros respetamos el legado de Seve cada día y seguiremos haciéndolo». Este reconocimiento parece sin duda escaso a ojos de Gonzalo Fernández-Castaño, que participó en tres ocasiones en el Seve Trophy y a quien le hubiera gustado que «se hubieran hecho las cosas bien recuperando el torneo con el consentimiento de la familia; además, deberían honrarle con un gran torneo anual en su memoria», apunta.

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