Vinicius vuelve a la hoguera

Vinicius esa noche marcó el 0-1 y forzó el penalti del 0-2. Y recibió feos insultos de la grada. Horas después del encuentro subió dos fotografías a sus redes sociales: una, de la entrada de la discordia de Maffeo. La segunda, de una acción en la que deja en el suelo al lateral tras un quiebro. La respuesta del defensa catalán no se hizo esperar: también en sus redes subió otra instantánea en la que robaba el balón al brasileño, acompañada de un emoticono con dos caritas unidas por un corazón. La historia de amor no había hecho más que comenzar.

El siguiente enfrentamiento se produjo en septiembre, en el Bernabéu, donde el pique con Vinicius se hizo aún más evidente. Especialmente con Raíllo, que increpó y empujó al brasileño por tirarse en el área en la primera parte, lo que le costó amarilla al balear, y más tarde llegó a cogerle del cuello y advertirle con un «cuidado» por otro rifirrafe con Kang in Lee. Por supuesto, también hubo un nuevo capítulo con Maffeo. En otra falta del lateral bermellón, Vinicius pidió que le mostraran la segunda amarilla, lo que provocó un cruce de declaraciones con Javier Aguirre, con el que momentos después llegó a entrar en una airada discusión por una frase que supuestamente el técnico mexicano había dicho a los suyos: «Pégale, pégale». Hasta Carlo Ancelotti tuvo que intervenir para poner paz y pedir a Vinicius que se calmara y se olvidará de los banquillos. En lo futbolístico, el Real Madrid ganó 4-1 y Vinicius celebró, bailando, el que supuso el 2-1.

La situación con el Mallorca ha sido la más cruenta, pero este tipo de episodios, de rivales que marcan al límite a Vinicius, se producen fricciones y se quejan de las provocaciones del brasileño, ya se han producido varios. Aquel día contra los baleares Ancelotti reconocía que Vinicius «intenta regatear siempre, no cambia si el equipo gana, y a veces entiendo que el rival se puede enfadar«. «Él con su experiencia poco a poco va a aprender», añadía, para después opinar que el brasileño «no tiene que cambiar nada de su actitud».

Pero los defensas del Mallorca no opinan lo mismo. A raíz de este último encuentro destaparon la caja de los truenos. «Vinicius comete muchas faltas de respeto dentro del campo, que baile, pero que no insulte«, dejaba como titular el capitán Raíllo en una entrevista en el Diario de Mallorca, para valorar también las acusaciones de racismo que se hacen desde el entorno del delantero: «Que no menosprecie a los compañeros de profesión. Luego, cuando se le tilda de provocador, usa el comodín del racismo». «Creo que a todo el mundo le pueden sobrar gestos y a Vinicius le sobran», aseguraba Maffeo después.

Conforme el reencuentro de hoy con Vinicius se acercaba, tanto Maffeo como Raíllo han echado más leña al fuego. «En el colegio mi madre me decía que no podía ser que todos los profesores me tuviesen manía, que algo haría mal. Y creo que con él pasa un poco lo mismo. No es que todos le tengamos manía, es que igual hay algo», dijo el lateral en COPE, en la que añadió que la temporada pasada «cuando te estás jugando lo que te estás jugando y te dice que te vas a ir a Segunda, pues pica dentro».

Por su parte, el capitán bermellón aseguró en DAZN este miércoles que «si el día de mañana tengo que poner de ejemplo a mis hijos a algún jugador pondré a Modric o a Benzema, pero nunca a Vinicius, la verdad«. »Se lo dije a Raíllo, lo que dijo sobre Vinicius son comentarios gratuitos que no conducen a nada«, replicó Javier Aguirre, el DT del Mallorca. »Mis nietos tienen todos la camiseta de Vinicius, no quieren otra«, terció ayer Ancelotti, el del Madrid.

Vinicius vuelve a la hoguera.