Vinicius toca fondo y el madridismo dice basta: «Lo suyo no tiene nombre, es una vergüenza»

«Lo de Vinicius no tiene nombre, es que es una vergüenza, es una vergüenza», dijo Álvaro Benito durante la retransmisión del partido en la cadena SER. El exjugador blanco y exentrenador de La Fábrica estalló por la desidia del jugador, que se mostró más holgazán y perezoso que nunca, algo que ya es su sino habitual en este 2025 de números desastrosos y una actitud que ha hecho estallar a un sector muy amplio del madridismo.

«Que le quiten, quitarlo, quitarlo», decía enfadado Benito. «El entrenador que venga tiene mucho trabajo y tiene que cambiar la mentalidad de algunos jugadores. No se puede jugar al fútbol como Vinicius: defendiendo con la mirada, ahorrándose los retornos, sin marcar, sin presionar...», explicaba el ahora comentarista deportivo, un pensamiento que ayer muchos madridistas compartieron. Solo había que darse una vuelta por redes sociales o echar un ojo a los grupos de WhatssApps para comprobar el enfado de los aficionados blancos.

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«El partido de Vinicius es similar al de Rodrygo en la final de Copa. Caminando, defendiendo con la mirada... Es tremendo», reflexionaba Benito justo en el momento en el que se inició el lío del cambio del brasileño. En el minuto 75, el brasileño pidió el cambio, por un problema en el tobillo. Ancelotti llamó rápidamente a Endrick, pero de repente Vinicius cambió de opinión y le dijo a su entrenador que esperase. Endrick, que ya estaba junto al cuarto árbitro, listo para salir, volvió al banquillo, se puso el peto y otra vez a calentar. Ocho minutos después, por fin salió el atacante, y lo hizo por Lucas en lugar de Vini. Pero la realidad es que el brasileño no se había recuperado, sino que estaba más diezmado. Valverde hacía aspavientos porque no entendía nada. Sería en el minuto 86, cuando Vini volvió a pedir salir, el momento en el que por fin Ancelotti lo retirase del campo: «El cambio lo he hecho yo, porque tenía un esguince de tobillo. Lo ha intentado, le molestaba y he preferido quitarlo», explicó Carletto, sin ganas de profundizar en el asunto.

Otro exmadridista que también mostró su desencanto con Vinicius fue Morientes. El exdelantero blanco, comentarista de la cadena COPE, dio su opinión en el Tiempo de Juego sobre el pobre partido del brasileño: «Sí, ha tenido destellos, pero el nivel de energía que tenía el partido le ha pasado por encima. Vinicius, a veces, se desenchufa, se queda arriba y no echa una mano en el trabajo defensivo. A lo mejor él no tiene la culpa y es otro el que le tiene que apretar para que eche una mano en defensa».

La apatía de Vinicius podría tener una excusa si arriba hubiera ayudado al equipo con goles y asistencias, pero sus números están muy lejos de Vinicius que se quedó a unos pocos votos de ganar el Balón de Oro y que prometió en redes sociales que lo volvería a hacer diez veces si era necesario para llevarse el galardón. El brasileño suma 20 tantos y 16 pases definitivos, pero la gran mayoría en la primera parte de la temporada. En los últimos tres meses, Vini solo ha marcado tres tantos, una cifra impropia de un futbolista indiscutiblemente titular para Ancelotti y franquicia para el club. Tanto que, a pesar de su mala campaña, el club le va a premiar con una renovación hasta 2030 con una nomina anual de 20 millones de euros netos, el mejor pagado de toda la plantilla. Tiene trabajo Xabi para enderezar a un jugador que es una sombra de lo que ha sido.