Vinicius, MVP dentro y fuera del campo: «No soy un santo, quiero ser mejor persona»

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Rubén Cañizares

Un triplete del brasileño y otro tanto de Rodrygo acaban con los de Xavi. Lewandowski hizo el tanto azulgrana y Araujo fue expulsado por dos amarillas

La expulsión de Araujo generó un pique entre algunos miembros del banquillo del Barça, como Ferran o el delegado Carles Naval, y el brasileño, al que acusaron de tirarse en la patada de Araujo y de provocar tras la expulsión: «Aprendo cada día, pero a veces quiero darlo todo por el equipo y acabo faltando a todos, rivales y compañeros. Quiero trabajarlo», añadió el MVP de la noche.

Ancelotti, que es viejo zorro, no quería líos con el 4-1 y un jugador más, y decidió sustituir a Vinicius. Era más motivo de cansancio que de miedo a aumentar la tensión, pero también sabía que ya no había necesidad de mantener al brasileño sobre el verde: «Ha hecho un gran partido. Lo que tenía que hacer era marcar goles y darle un título al Madrid», explicó el italiano.

Con once títulos, Carletto ya es el segundo de la historia con más trofeos como entrenador del Madrid, igualado a Zidane y a solo tres de Miguel Muñoz (14). El italiano celebra el registro, pero mantiene los pies en el suelo: «El techo es aprovechar este momento, seguir trabajando, disfrutar del ambiente, de los jugadores que demuestran profesionalidad y de un club que funciona muy bien. Estoy en una nube, pero también me puedo caer. Sé que vosotros me vais a despertar si es así».

Ha habido funerales con menos drama que la cara de Xavi tras un 4-1 que deja su proyecto al límite de la paciencia del barcelonismo. Ni siquiera esta vez la bala del árbitro pudo ser utilizada para justificar una derrota que deja cicatriz: «Está claro que serán días duros y de críticas, pero hay que aceptarlas. No hemos estado al nivel que se requería. Le pido perdón a la afición. Hemos dado la peor cara».

Ni ocasiones falladas, ni mejores en el juego, ni una sola excusa por el técnico del Barcelona, que bien sabe que tras un clásico así toca agachar la cabeza y mirar hacia adelante para olvidar cuanto antes lo que más daño hace al culé. Que el Madrid le pinte la cara: «Hay que manejar mejor el partido. No estuvimos bien en defensa, ni en la presión y no puedes empezar una final 2-0. Hemos mostrado una de las peores caras de la temporada. Hemos de mejorar muchísimo para ganar títulos».

Títulos que ganará o perderá él. Para evitar rumores, Deco zanjó anoche cualquier duda que hubiera sobre la permanencia de Xavi como entrenador del Barcelona: «Esta derrota no cambia nada, el técnico sigue con la confianza de todos. La pregunta sobre si está en duda su continuidad no tiene sentido».

Sentido tampoco le encontró Sergi Roberto a la actuación de los suyos. El capitán del Barça fue el único en dar la cara tras la derrota. Tampoco puso peros: «Los dos goles en diez minutos han marcado el partido. Nos han hecho mucho daño. Después lo hemos intentado y con el 2-1 estábamos ahí, pero ha llegado el penalti… Estamos jodidos y cabreados. Una derrota contra el Madrid siempre duele, pero hay que aprender de ella para no cometer los mismos errores. Ahora me preocupa todo».