El sueño impensable de Joselu: de aficionado a héroe del Madrid

El destino decidió que tres meses después el Madrid le trajera de vuelta en formato cesión, aprovechando el descenso del Espanyol a Segunda, y catorce meses después de ni siquiera imaginarse como '9' del Real Madrid, anotar los dos goles que han metido al equipo blanco en su final número 18 de Champions: «En mis sueños, las noches no son tan bonitas como esta», dijo el miércoles, ya casi de madrugada, en las entrañas del Bernabéu.

Joselu nació en Stuttgart hace 34 años y allí vivió los primeros cuatro de su vida, hasta que sus padres regresaron a su Galicia natal. Allí comenzó a jugar al fútbol en el equipo de su pueblo, la Sociedad Deportiva Silleda, y después pasó a la cantera del Celta, debutando incluso con el primer equipo hasta que el Madrid le echó caña y lo pescó para el Castilla en 2009. En ese proceso fue clave Alejandro Menéndez, su entrenador en el Celta B y en el filial merengue: «Cuando llegó al Celta en la temporada 2007-08, encuentro a Joselu en el Juvenil. Ya era entonces un '9' de esos que hoy ya casi no hay. De los que cae un balón en el área y él lo persigue, lo caza y lo mete. Como hizo ante el Bayern. Cuando me voy al Castilla en 2009 me lo llevo conmigo y, aunque al principio le costó ver portería, luego lo hizo como siempre lo ha hecho», recuerda a este periódico el técnico asturiano.

Ya desde esa temprana edad Joselu mostró muchas de las cualidades que le han llevado a debutar con España el pasado año y a ser protagonista con el Madrid con 34 primaveras. Un chico muy despierto, pillo, audaz, inteligente, dialogante y humilde. Y así se manifiesta en su fútbol, donde brilla en el remate, y en el juego aéreo y de espaldas, además de dominar las dos piernas, un punto clave en un delantero.

En el filial blanco se hartó a meter goles (fue pichichi en la 2011-2012 con 24 goles) y logró el ascenso a Segunda tras cinco años en Segunda B. También debutó con el primer equipo, tanto en Liga como en Copa, viendo portería en ambas competiciones, pero como sucede en la era moderna del Madrid, triunfar como '9' en el club blanco viniendo desde la cantera era una misión prácticamente imposible, y Joselu, como tantos otros, se tuvo que buscar la vida fuera del Madrid

Hoffenheim, Eintracht, Hannover 96, Stoke City, Deportivo, Newcastle, Alavés y Espanyol, hasta que a finales de mayo del pasado año pasó por delante de su casa un tren que no vio venir, pero al que se subió sin hacer la maleta. No vaya a ser que lo perdiera: «He soñado con este momento desde el día en que me marché», dijo el día de su presentación, a la vez que se quitaba un peso de encima al escoger el '14' y no el '9', que acaba de dejar huérfano Benzema: «Yo no vengo a sustituir a nadie. Solo vengo a poner mi granito de arena. He hecho goles en toda mi carrera y seguirá siendo así». No le faltaba razón.

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El Madrid inició los contactos con Joselu aprovechando la cláusula de escape que tenía si el Espanyol baja a Segunda y antes de conocer que Benzema iba a dar la espantada. El club blanco entendía que Karim necesitaba competencia, y eso no existía con Mariano ni en su momento con Jovic. Lo que pasó por el camino es que el francés decidió montarse en los petrodólares saudíes, Mbappé va a llegar este verano, y no el pasado a pesar de la tabarra que dieron algunos medios y periodistas, y Joselu se quedó como el único delantero de la plantilla. Lo hizo con el mismo estatus de revulsivo por el que fue fichado, y ha sido todo un éxito: «Yo ya dije que iba a hacer muchos goles. Él ha jugado en equipos, como el Alavés o el Espanyol, que no llegaban mucho al área rival y ya hacía goles. Pues en el Madrid, imagínese... Es un delantero de área, como Hugo Sánchez. Quizás no es el mejor en su posición, pero tiene efectividad. Un '9' de los que ya casi no hay», analiza Menéndez.

A menos de un mes de que su cesión termine, el Madrid aún no ha movido ficha para pagar los seis millones de su cláusula de rescisión (termina contrato con el Espanyol en 2025), pero lo hará. Sus 17 goles (más tres asistencias) en solo 1.910 minutos han sido un regalo del cielo y le ayudarán a que el club blanco no lo deje escapar. Joselu firma un tanto cada 112 minutos y, en muchos casos, goles de gran impacto, como el doblete ante el Bayern, y no de relleno. Goles que celebra besando el escudo del equipo de su vida. Si en 2012, ya en Alemania, pedía en su cuenta de Twitter un link bueno para poder ver un partido de Liga del Madrid, en 2022 se puso la camiseta de su cuñado Carvajal y se fue con su padre a París a ver la final de la Decimocuarta como una madridista más. El 1 de junio lo volverá a hacer, pero sobre el césped. Ni en sus mejores sueños.