Ola de cariño y amor a Vinicius y gol de la victoria de Rodrygo

Los jugadores blancos saltaron al campo con su camiseta, con el dorsal 20 a la espalda, y no solo los titulares. Toda la plantilla, sin excepción, posó de espaldas para mostrar su dorsal, ante la atenta mirada del jugador brasileño, que bajó desde la zona de autoridades para aplaudir a sus compañeros, a la afición y agradecerles el gesto.

En la grada, el brasileño también encontró una ola de cariño. Una pancarta desde la zona de animación, con un 'Vinicius somos todos: basta ya', y en el minuto 20 una ovación coral del estadio, correspondida por el brasileño, que se puso de pie y devolvió los aplausos desde el Palco. Baño de masas que también incluyó firma de autógrafos y fotografías.

Desde esa privilegiada posición, Vini disfrutó de la victoria de su equipo, en un partido de esos que te recuerdan que el fútbol de verdad para el Madrid, ya no vuelve hasta mediados de agosto. Tensión mínima y esfuerzos justos. El equipo blanco será el equipo que más partidos juegue esta temporada, no solo en España, sino en Europa (61), y tiene la cabeza ya en Ibiza. El Madrid pide a gritos unas (merecidas) vacaciones.

El marcador lo abrió Benzema, su tanto 18 en Liga. Tiene casi imposible alcanzar a Lewandowski (23), pero quiere irse con un buen sabor de boca tras una amarga temporada. Una combinación suya con Valverde, a la media hora, la finalizó Karim superando a Dimitrevski en la salida y llevando el balón a la red, pese al intento desesperado de Catena para evitarlo.

Nacho y Alaba fueron los centrales, y Rudiger actuó en el lateral izquierdo. Experimento de pretemporada reeditado en este ocaso de mayo sin nada que rascar. El alemán, quizás motivado por salir al campo con el '20' de Vinicius, se atrevió en un par de ocasiones a pisar el área rival y probar fortuna. El desenlace nada tuvo que ver con lo que habitualmente hace el brasileño, pero las risas, y los bailes, estaban asegurados durante el post partido en el vestuario.

Del resto de la primera mitad, apenas un par de detallitos. Un caño de Rodrygo dentro del área, a Balliu, que provocó el ¡oh! de los 45.811 espectadores -la peor entrada del curso- y un exterior de Modric, copyright del croata, que Carvajal, en remate forzado, no pudo redondear.

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La segunda parte también tuvo su cuota de bostezos, pero De Tomás y Rodrygo llegaron a tiempo para despertar a la grada. El exmadridista empató en el 84, con un chutazo con la derecha que pilló a Tchouaméni dormido, y ubicado en la zona de visión de Courtois, cuya reacción no fue suficiente para evitar el empate. Tablas que rompió Rodrygo en el 89, con un eslalon que finiquitó con un pasecito a la red. Interior de su bota derecha, suavecito, al palo izquierdo de Dimitrevski. 2-1 dedicado a Vinicius, el futbolista del partido, aunque no se vistiera de corto.