Nacho y Asensio derriban la muralla de David Gil

600 millones de euros en fichajes para llegar a abril y mayo con el objetivo de asegurar la permanencia. Y gracias. Le queda la bala del martes en Stamford Bridge, pero dadas las circunstancias, pensar que este Chelsea puede ganarle por tres goles al Madrid es creer en el ratoncito Pérez con 50 años.

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Iván Martín

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No puede sacar tampoco demasiado pecho el Real Madrid. No al menos en la liga. En Cádiz, a lo único que aspiraba era a sumar tres puntos que evitaran esa ola de exaltación de los aficionados del Atlético, que ya están haciendo hueco en sus vitrinas por si logran quedar segundos en el campeonato, por delante de los blancos. De dónde no hay, no se puede sacar.

Ni Vinicius ni Kroos viajaron a tierras andaluzas. Descanso vestido de molestias musculares. Bien hecho. A qué iban a ir a Cádiz el jugador más en forma del Madrid y, junto a Haaland, del mundo, y el líder del centro del campo blanco. A sus bellas playas, por ejemplo, pero eso no toca ahora. Ya llegarán las vacaciones de verano.

Modric, Alaba, Carvajal y Camavinga sí se montaron en el avión, pero ninguno de ellos fue titular. Tampoco Hazard. El belga no está ni para competir en ligas escolares. Diez tristes minutos en el Nuevo Mirandilla, con botas rosas: «Qué malo eres», se escuchaba en la grada. Futbolista retirado en activo.

El partido era inocuo para el Madrid, pero no para el Cádiz, que tenía por delante diez finales para mantener la categoría. Ahora ya nueve. Mucho que ver en el desenlace del partido lo iba a tener la actitud que mostraran los blancos. Benzema recorrió veinte metros hacia campo propio para recuperar un balón que él mismo había perdido ante Bongonda. Poco más que añadir. Irreprochable la intensidad. También el juego. El 0-2 fue un premio para un Cádiz avasallado por los blancos.

La primera mitad acabó como comenzó, con empate a cero. También hubo tablas en cuanto a palos. Zurdazo del 'Pacha' Espino a la base del poste izquierda de Courtois y otro de Benzema, en este caso al larguero de David Gil, gran protagonista en los gaditanos. Le sacó un mano a mano a Karim, otro a Rodrygo, un trallazo con el pecho a Asensio y una volea de Ceballos con puños duros. Cuatro paradas de categoría para el sustituto de Ledesma, que ayer cumplía su cuarto y último partido de sanción.

Lucas se trastabilló en el lateral del área rival cuando intentaba superar al Pacha Espino con una bicicleta, virguería con la que Rodrygo le hizo un traje a Parra ante de perdonar ante Gil.

De Tchouaméni y Asensio, los dos únicos suplentes que pueden generar alguna duda en el once de Stamford Bridge, poco del primero y bastante del segundo. El francés se quedó en Qatar, traumatizado por la final perdida ante Argentina, y de ahí sigue sin volver. No tiene ni el ritmo, ni el acierto, ni la frescura que mostró antes del Mundial. Justo todo lo contrario que Camavinga. El cambio de cromos no tiene discusión.

Marco sí que volvió sumar. Lo hace normalmente desde el banquillo y también como titular. Le ganó el duelo individual al 'Pacha' Espino, mejoró la jugada tras cada intervención y estuvo muy cerca del gol. Lo encontró en el 76, para cerrar una victoria que se hizo esperar demasiado.

La segunda mitad también tuvo tono blanco, con Gil otra vez como protagonista. En el 50 sumó una nueva parada a su colección. Otro mano a mano contra Rodrygo en el que se hizo grande echándose encima del brasileño, ayer desatinado en la definición. Diez minutos después de esta clara ocasión, mandó fuera una más sencilla. Sin portero, ya superado por el pase de Valverde, se durmió a la hora de rematar y Mere acabó dificultando su golpeo con un balón que solo tenía que empujar a la red.

Al Cádiz, que llevaba más de una hora corriendo detrás del balón, le pesaban hasta las pestañas. El Madrid, envenenado ante un 0-0 totalmente irreal, encontró el premio del modo más inesperado. Nacho, chut desde 25 metros. Por fin caía Gil. Asensio, recorte y disparo, acción con copyright del balear, hizo el segundo solo cuatro minutos después. 23 disparos y dos palos, para dos goles. Si El Madrid se ha guardado alguno para Londres, buena será la estadística.