Mbappé, una estrella con estatus devaluado

Mbappé era concebido por el club blanco como la piedra angular sobre la que construir el proyecto del Madrid del futuro. La Champions League que protagonizó en 2017 en las filas del Mónaco le catapultó al estrellato, pero su elección por el PSG obligó a los aficionados merengues a esperar. Una paciencia que el galo alimentó con su crecimiento como futbolista, con la conquista del Mundial en 2018 y unos números y actuaciones siderales en la capital francesa. En 2022, cuando el culebrón estuvo cerca de llegar a su fin, Mbappé cuajó una excelente eliminatoria ante el Madrid en Champions con dos goles, aunque fue eliminado, y posteriormente alcanzó una nueva final de la Copa del Mundo, en la que su triplete no sirvió para revalidar el título. Lo que no hizo otra cosa que encumbrar más si cabe su posición de dominancia.

Pero, de dos años a esta parte, el estatus de Mbappé no es el que era. Bien es cierto que sus números esta campaña se han mantenido en la excelencia, con 44 goles en 48 partidos, pero el astro galo no ha sido lo decisivo que acostumbra. Dada la poca competitividad de la Ligue 1, es la Copa de Europa la que mide a los mejores futbolistas del planeta. Tras unos formidables octavos de final con tres tantos ante la Real, Mbappé desapareció. Sus dos dianas en la recta final del encuentro de vuelta de cuartos en Barcelona clasificaron al PSG, pero no respondieron a una buena actuación en ninguna de las dos citas.

La mayor decepción en la temporada del francés llegó en las semifinales de Champions ante el Borussia Dortmund. Con todos los ojos puestos sobre su figura, fue incapaz de dar un paso adelante para liderar a los suyos hacia la final. Vitinha fue quien asumió ese rol de estrella, pero fue insuficiente para que los parisinos se impusieran a los alemanes. Más que el hecho de perder en esta ronda, fue la sensación de ausencia en el momento decisivo de la campaña por lo que Mbappé fue criticado en Francia.

Por todo ello, el estatus del jugador galo se ha visto devaluado. Pero, además, se da la circunstancia de que llega al Real Madrid. En casi cualquier otro equipo del mundo, su fichaje sería recibido como maná llovido del cielo. Pero los blancos se acaban de proclamar campeones de Europa por decimoquinta vez, sin perder ni un partido en la competición, y han demostrado en la Liga que no tienen rival en el fútbol español. Para más inri, con un equipo plagado de juventud que amenaza con mantenerse en la cima. Razón por la cual el francés llega al Bernabéu, no en calidad de referente absoluto, sino como complemento de lujo a una plantilla que ya se sabe ganadora.

Más allá de la ambición que caracteriza la idiosincrasia madridista, que empuja a pensar ya en la decimosexta, los objetivos del Madrid quedaron cumplidos. Pero Mbappé, a sus 25 años, busca completar las dos lagunas que hay en su extenso y loable palmarés. Esta temporada ha sumado un doblete liga-copa con el PSG, el equipo en el que ha militado durante las últimas siete temporadas y en el que ha ido edificando una brillante colección de títulos nacionales. Sin embargo, más allá de los conseguidos con su selección, el galo se presenta en la capital española sin ningún éxito internacional con sus clubes.

Ha resultado un futbolista fundamental para que el PSG haya instaurado su reinado en el fútbol galo a lo largo de los últimos años. Desde que fichara por los parisinos después de haber despuntado dos temporadas en el Mónaco, con el que levantó una Ligue 1, la gran estrella de la selección francesa no ha parado de aumentar su palmarés, pero solo a nivel nacional. En la Champions, el eterno anhelo de Nasser Al-Khelaifi, sus goles y asistencias no han sido suficientes argumentos para que pudiera ganar el trofeo que siempre quiso dejar como legado en el PSG antes de su salida del club. Desde que debutara en 2015, Mbappé acumula siete títulos de liga, uno con el conjunto del Principado y seis con el PSG, con quien luce también cuatro Copas, dos Copas de la Liga y cinco Supercopas. Sus únicas conquistas internacionales han sido con la selección francesa, con la que se proclamó campeón del mundo en Rusia 2018 y de la Nations League, además de un Europeo sub-19.

En sus 308 partidos oficiales con los parisinos, Mbappé ha registrado 256 goles y 108 asistencias. Unas cifras a las que hay que sumar 46 dianas y 31 pases de gol con la seleción y 27 tantos y 16 asistencias en Mónaco. Unas cifras que intentará rentabilizar ahora en Madrid, no solo con el deseo de levantar su primera Champions y seguir sumando en España títulos nacionales. También par sus retos personales, como intentar que su nombre aparezca por fin en la nómina de ganadores del Balón de Oro.