El Madrid gana por inercia

Llega el Madrid a San Sebastián con la Liga más que encaminada, a falta de pocas fechas para cantar el alirón. Ancelotti atisba el duro encuentro con el que se encontrará su equipo el martes en Múnich y da entrada de inicio tanto a la segunda unidad como a los casi inéditos Militao, Ceballos y Arda Güler. Primera titularidad liguera para el turco, portador de muchas ilusiones entre la parroquia blanca, a pesar de sus escasas apariciones.

Es la Real Sociedad el equipo más apretado en la clasificación y así lo demuestra desde el primer minuto. Presionantes y eléctricos los donostiarras, que se aprovechan de la indolencia madridista para imponer su ritmo. Únicamente la falta de eficacia en el término de sus posesiones les aleja del gol. Kubo se topa con Kepa después de un delicioso eslalon de Barrenetxea y el disparo de Turrientes, tras un caño de museo de Oyarzabal a Militao, se marcha por centímetros.

La capacidad del Madrid de mantenerse en el partido cuando parece más desconectado no puede sorprender al personal, por mucho suplente que haya sobre el terreno de juego. Tchouaméni advierte el latifundio abierto en la derecha y encuentra con un preciso envío a Carvajal. El lateral sorprende con un centro al primer toque que recorre el área blanquiazul ante la perplejidad de la zaga realista, que no consigue reaccionar a tiempo y ve cómo Güler recoge el esférico en el segundo palo para adelantar a los blancos. Segundo gol para el turco, que tiene en la efectividad una de las virtudes que hasta la fecha ha mostrado.

A punto está la Real de reaccionar tres minutos después, pero contactar con la pierna de un rival cuando se dispone a efectuar un pase es falta. Munuera Montero no lo entiende así en directo, lo que provoca el tanto del empate por parte de Kubo, pero el colegiado sí advierte en el monitor que la entrada de Barrenetxea sobre Tchouaméni invalida todo lo ocurrido después. El Madrid se despereza y consigue interrumpir de tanto en tanto el monólogo donostiarra. Tchouaméni lo intenta, entre su potencia desde fuera del área y la humedad del césped, pero Remiro no se deja sorprender.

El paso por vestuarios no cambia el plan de partido del líder, que se mantiene a merced de la Real, con un innegable compromiso defensivo y con el arma ofensiva del contraataque. Un defectuoso despeje de Militao acaba con Turrientes en una posición franca, pero una buena intervención más de Kepa desbarata la opción del empate. Güler, amonestado, coquetea con la segunda amarilla, lo que lleva a Ancelotti a relevar al turco para dar entrada a Vinicius.

Además del brasileño, uno de los titulares que ingresa al terreno de juego es Rüdiger, que protagoniza una nueva excelente acción defensiva que sumar a su inmaculada temporada y, con un cabezazo lleno de intuición, desvía un disparo picado de Oyarzabal con muy mala intención.

La Real se vuelca sobre la portería de Kepa, pero tras la demostración del Etihad quedó más que demostrado lo que el Madrid puede hacer si se propone defender. Los cambios refrescan las piernas de los blancos y los donostiarras son incapaces de encontrar un hueco por el que buscar el tan ansiado empate. Tres puntos más para el conjunto blanco, que acostumbra al personal a ganar por defecto y sin hacer gala de su mejor juego.