Sevilla 1-1 Real Madrid
El Madrid se estrella contra Ramos y De Burgos Bengoetxea
La Liga | Jornada 10
Gran partido en el Pizjuán, manchado por una actuación nefasta del colegiado vasco, que perjudicó gravemente al Real Madrid
Se adelantó el Sevilla con un gol de Alaba en propia puerta y empató Carvajal, solo cuatro minutos después, en un gran remate de cabeza
El Sevilla expulsa del Pizjuán a un aficionado por comportamiento racista en el partido ante el Madrid
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Iniciar sesiónDe Burgos Bengoetxea se gana la vida como árbitro, pero no se la ganaría como oftalmólogo, jamás. Y lo de colegiado debió tocarle en una tómbola. Su recital en la primera parte en el Sánchez Pizjuán es para ponerlo en bucle en las escuelas: « ... Mirad, chavales, esto es lo que no debe hacer un juez sobre un terreno de juego». Casualmente, todos sus errores cayeron hacia el mismo lado. Pocos vídeos le hace RMTV.
El colegiado vasco, que tiene el cuestionable honor de ser el árbitro que más tiempo tardó -318 segundos- en revisar una jugada a la que fue llamado por el VAR, tras inventarse un penalti en un Mallorca-Celta que no tuvo la humildad de anular a pesar de verlo en el monitor durante más de cinco minutos, acribilló al Madrid con decisiones de peso menor y mayor. Como una ensalada mixta. No le faltó de nada.
Bueno, sí. A De Burgos le falta una papa pa' un kilo. No fue capaz de ver una simple mano de Ocampos, que cortaba un centro de Carvajal, ni un despeje de Ramos a un metro de la línea de gol, que mandaba la pelota a córner, cómo para pensar que está capacitado para pitar un claro penalti de Navas a Vinicius o pedirle explicaciones por el gol anulado a Bellingham. El desquicie de Carvajal representaba el justo sentir del madridismo.
Si has jugado un poco al fútbol, solo un poco, sabes perfectamente que Navas se cruza en la dirección de la conducción del brasileño, y le derriba sutilmente con la cadera, con el único objetivo de hacerle caer en su pico de velocidad. Penalti como un camión. Y también debe saber que si le dice a un jugador que se levante, tras un choque con un rival, para darle continuidad al juego, no puedes retractarse varios segundos después, cuando el Madrid ya está montando un contragolpe de tres contra tres que, casualmente, finalizó Jude llevando a la red el balón. No, no le justifica que pitara setenta metros antes. Acuña, Ramos y Gudelj compitieron la jugada, al no escuchar el silbato.
De Burgos fue la mejor noticia para un Sevilla que era un flan en los balones a la espalda y al espacio, pero primero Bellingham y luego Vinicius no supieron definir ante Nyland.
En los locales, poco, pero peligroso. Un disparo de Rakitic, sacado por la cabeza de Carvajal bajo la línea, y otro de Sow, que acarició el palo izquierdo de Kepa.
A la primera parte solo le faltaba un poco de salseo. Y lo hubo justo antes del descanso. Tras un codazo de Ramos a Bellingham, en un córner a favor del Sevilla, Sergio le cogió de los carrillos a Rudiger, que le recriminó la acción. El alemán no se achantó. Ni tampoco el camero que, además, de marcarse un partidazo, en otra vida sería ideal para hacer un remake de Prison Break. Michael Sergio Ramos Scofield.
Tras el descanso, otro ejercicio de impotencia de Rodrygo, como viene siendo habitual esta temporada. En el 52, Nyland le sacó un disparo con su pierna derecha. Parada de balonmano. En el 54, mano a mano que echó al retrete con una picadita que ni siquiera cogió portería.
De Burgos seguía lo suyo, negándole faltas clarísimas al Madrid y señalando una en ataque de Vinicius sobre Navas. Fotocopia de la acción del penalti no señalado. En la Universidad, Bengoetxea no hubiera encontrado nunca la zona de reprografía. Ni el departamento de madridismo sociológico.
Acción desafortunada de Alaba
Los goles llegaron en un intervalo de cuatro minutos. En el 74, un centro de Acuña lo introdujo la barriga de Alaba en la portería de Kepa. En su porfía con En-Nesiry, el central austríaco no coordinó su cuerpo correctamente. Fuego amigo. 1-0.
Cuatro minutos después, un libre indirecto botado por Kroos lo remató Carvajal, reencarnado en Santillana, a la red. Brillante gesto técnico del lateral, con la dificultad doble de hacerlo ante En-Nesiry, seguramente el futbolista el más altura coge en un salto. 1-1.
De ahí al final, Kepa le sacó un cabezazo a Ramos que ya cantaba como gol la grada, y Kroos la tuvo en el 98 en un libre directo que atajó Nyland. Empate justo, a méritos deportivos. Irreal, si analizamos los méritos arbitrales. De Burgos Bengoetxea, más malo que la carne de pescuezo.
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