Esbozos y rasguños
Vestidos de blanco
«Se ha instaurado desde hace unas temporadas esta horrible costumbre de que el Real Madrid no juegue de blanco en el Bernabéu durante alguna jornada de Liga para intentar vendernos una camiseta especial a los aficionados blancos»
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De morado en casa. Se ha instaurado desde hace unas temporadas esta horrible costumbre de que el Real Madrid no juegue de blanco en el Bernabéu durante alguna jornada de Liga para intentar vendernos una camiseta especial a los aficionados blancos (convendría aquí subrayar ... lo de 'blancos'). Una auténtica tropelía, si me preguntan. Entiendo que marcas como Adidas tengan sus objetivos de ventas y que les resulte jugosa la idea de poder sacar algunos cuartos con una edición especial de cuestionable gusto, pero nunca puede ser esto a costa de las costumbres del propio club. Ya hace dos años el Real Madrid jugó de negro en el Bernabéu contra el Barça y salió escaldado con un sonoro 0-4. Lo que más me dolió, sin embargo, fue salir a jugar en casa contra el eterno rival sin ir de blanco. El fútbol son unos colores y un escudo: no hay mucho más que sujete la carpa del circo. Si se empiezan a toquitear estas cosas, se corre el peligro de desnaturalizar a los equipos y de perder la identidad. El Atlético de Madrid y el Real Valladolid, sin ir más lejos, ya han dado marcha atrás a sus escudos renovados por algún estudio de diseño de postín y han anunciado que volverán a partir del año que viene a los anteriores escudos por aclamación popular. Normal. No es que fueran feos, es que no eran los suyos. Resultó irónico además que la grada de animación sacase ayer durante el partido una pancarta pidiendo un Bernabéu «vestido de blanco» para recibir al Manchester City. La mejor forma de conseguir eso sería dando ejemplo desde dentro.
Rodrygo, ave de paso. No hace falta ver demasiado tiempo a Rodrygo para darse cuenta de que disfruta mucho más jugando por la izquierda. Lástima que esto ocurra de Pascuas a Ramos. Siempre se le ve más cómodo, pero le sucede como a esas aves amenazadas que tienen que alterar su hábitat natural porque por su zona de interés transitan nada menos que Vinicius y pudiera ser que hasta Mbappé a partir del año que viene. Está condenado al exilio. A veces se comenta que la de Rodrygo sería la salida más lógica para aligerar la nómina de delanteros, en caso de que finalmente llegasen Mbappé y Endrick. Tendría sentido estratégico pero, al mismo tiempo, sería una verdadera lástima tener que desprenderse de él. Es un jugador inteligente, sacrificado, capaz de ofrecer muchas pequeñas cosas y que ha demostrado el carácter necesario en las grandes noches, rozando la condición de talismán. Tal vez esto último es lo que le hace ser tan apreciado y querido en las altas esferas del club.
Militao. El central brasileño volvió a jugar tras su lesión de cruzado. No es nada anecdótica su reincorporación de cara a este tramo final de la temporada. No conviene olvidar que Khedira, recién salido de una lesión de cruzado y sin apenas minutos, tuvo que jugar de titular la final de Lisboa por ausencia de efectivos en el centro del campo. Los cruces de Champions salen muy caros y el Madrid no llega precisamente sobrado de centrales a estas alturas del río.
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