Esbozos y Rasguños
Superliga, Superlucas
«En muchas ocasiones las huelgas, los choques y las posiciones aparentemente irreconciliables que surgen de este tipo de situaciones son el canario en la mina que nos avisa de un incipiente cambio estructural»
Una extraña pareja
Kroos y la sacarina
Lucas Vázquez
El guirigay continental ya está servido con la Superliga. He visto un tutorial sobre las ligas Star, Gold y Blue (que parece más el sistema de fidelización de una aerolínea que el de un torneo deportivo) y ha sido peor que cuando quise aprender ... a hacerme el nudo de la pajarita por YouTube y casi me practico la asfixia autoinfligida como el de 'Kill Bill'. Mejor no posicionarse hasta que Florentino o el CEO de la Superliga marquen la hoja de ruta en el Chiringuito en plena madrugada. Abandono por tanto cualquier intento de vaticinar qué sucederá con esta protocompetición de la que se van bajando todos los equipos como paracaidistas. Pero con el deporte actual uno nunca sabe. Parafraseando a Ricardo Darín en 'Nueve Reinas': esto no va de gustos, ni de principios, ni de preferencias, sino del que ponga la lana.
Siempre es motivo de celebración que a los monopolios les surja algo de competencia. Está por ver si esto es pasar de la sartén al fuego, pero a bote pronto resulta refrescante que la UEFA y la FIFA vean que no pueden seguir haciendo y deshaciendo a su antojo. Además, todo lo que moleste a Tebas suele merecer mi inmediata atención.
En muchas ocasiones las huelgas, los choques y las posiciones aparentemente irreconciliables que surgen de este tipo de situaciones son el canario en la mina que nos avisa de un incipiente cambio estructural. No sabemos si hoy el fútbol ha cambiado para siempre, como con la Ley Bosman, o si solo ha dado un giro de 360°. Pero algo ha crujido.
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De momento, aburrido que es uno, lo que me interesa es el presente, asunto que en Concha Espina últimamente no parece tan prioritario. Está el club tan metido en el futuro del Bernabéu, en el futuro de sus jóvenes promesas, en el futuro de la Superliga que debe considerar una vulgaridad cortoplacista reforzarse en invierno con ese más que necesario central. Si la ventana invernal existe es precisamente por casos como el del Real Madrid; tres cruzados han dinamitado los pilares del equipo, comprometiendo la viabilidad de los objetivos. Nacho lo demostró en Mendizorroza con su temeridad. Sería una auténtica imprudencia desaprovechar este estado de gracia de Bellingham por no hacer un pequeño esfuerzo apuntalando la maltrecha defensa. Irrupciones así no ocurren tan a menudo. Creemos que el talento es una llama eterna, tal vez malacostumbrados por Cristiano y Messi. Pero hay que agarrar el momento. Y no soltarlo.