esbozos y rasguños
La belleza del escalope
Carreras engaña. Esa media melenita suya tiene más de Nesta que de Gago
Xabi Alonso: «No me hubiera ido tranquilo del Madrid si no ganamos la Champions»
Mbappé castiga la pillería de Rulli
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónÁlvaro Carreras es fuerte y formal. Juega siempre concentrado. Sabe leer las jugadas, medir los tiempos y anticiparse. Sin florituras, sin adornos. Pero también sin fallos. Es un valor seguro. Es un escalope con patatas: sabes que nunca te va a fallar. Probablemente no ... te deslumbre ni te vuele el peluquín, pero más de un día te saca del apuro.
Carreras engaña. Esa media melenita suya tiene más de Nesta que de Gago. Por el aspecto y por las maneras no dirías que es un jugador de pierna dura y conceptos férreos. Pero sí lo es. Es un escalope como los de Nino en La Ancha: de aspecto fino, delgadito, pero al final tremendamente contundente. Y siempre cumple con nota alta.
En el menú del Real Madrid abundan platos mucho más vistosos. Platos que entran por los ojos, que lucen en Instagram, que salen en anuncios. Carreras no es de esos. Pero esta defensa andaba falta de hierro.
Contra el Olympique de Marsella, el Madrid sufrió mucho más de lo esperado. No sacar los tres puntos habría complicado aún más la senda de elefantes que tiene en Europa. Pero la seguridad de Courtois y la firmeza de Carreras atrás compensaron los errores —puntuales pero graves— de Güler y Carvajal.
Probablemente Carreras haya sido la incorporación con menos boato de los fichajes aterrizados este verano. No estuvo en el Mundial, llegó repescado de la cantera y vino por un precio que parecía exagerado. Sin embargo, con paciencia y buena letra, se ha hecho inamovible por la banda izquierda de Xabi Alonso, que le ha dado poderes absolutos en detrimento de un Fran García que había completado una meritoria pretemporada.
El Madrid siempre se ha deleitado con laterales izquierdos brillantes, desbordantes, de esos que parecen inventar la jugada y conquistar la grada. Y, sin embargo, cada cierto tiempo conviene recordar que no todo es caviar. Lo que sostiene, lo que da consistencia, lo que te salva una noche extraña, a veces es un buen escalope con patatas: sencillo, contundente, normal. Lo fue en sus mejores días el irregular Mendy, y lo está siendo ahora Carreras. Sin ruido, sin aspavientos, pero con la eficacia de lo que de verdad alimenta.
Marinetti dijo que un automóvil podía ser tan bello como la Victoria de Samotracia. Carreras tiene algo de acero, de máquina bien engrasada, de velocidad hasta en su nombre, de normalidad que acaba siendo indispensable.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete