Fútbol
La infinita presencia de Eduardo Camavinga
Real Madrid
El galo, de nuevo desde el lateral zurdo, secó a Raphinha y brilló en la salida de balón blanca
Modric, una vez más el elemento diferencial en el juego del Real Madrid
Camavinga conduce el balón ante la presión de Ferran Torres
La inmensa victoria blanca en el Camp Nou destapó una evidencia. El Real Madrid no acostumbra a golear a su máximo rival -menos aún en Barcelona-, pero este clásico llegaba al son del inicio de la primavera; el momento exacto en el que ... un grupo de sospechosos habituales deciden explotar su mejor versión. En contra del paso del tiempo y su inevitable acción erosiva, Benzema, Modric o Kroos pisaron el verde y, con muchísima calma, sumaron una noche inverosímil al imaginario madridista. Otra más.
Sin embargo, a la estela de estos tres viejos gigantes, y la omnipresencia de Vinicius, chicos como Militao, Rodrygo o Eduardo Camavinga ya acostumbran al personal con exhibirse en los días grandes de abril a junio. Este último vive la temporada de su confirmación con sólo 20 años; una edad pletórica, ridículamente corta, que descubre a un futbolista sin complejos, centelleante, invadido por la exultante electricidad propia de la juventud.
Camavinga le arrebata un balón de gol a Lewandowski
De profesión todocampista, el francés ha brillado este curso desde su posición insignia -volante, bajo la guardia de un pivote protegiendo su espalda y con un latifundio para conducir-, de mediocentro defensivo posicional -sentando incluso a Tchouaméni- y de lateral izquierdo, un lugar antinatural a su idiosincrasia donde, sin embargo, consiguió erigirse como uno de los protagonistas del 0-4 en el Camp Nou. Camavinga anuló al guadianesco Raphinha, acudió al rescate de la espalda de Alaba en varias ocasiones y salió vencedor de cada duelo como último hombre. Además, en ataque, como en los tiempos de Marcelo, presidía la salida de balón desde la línea defensiva. Encontró siempre un pase limpio hacia la medular, acertó en la ruptura de líneas hacia Vinicius y Benzema y, sobre todo, hizo gala de su talentosa conducción para ser un foco de peligro constante, un elemento disruptivo, para la defensa azulgrana.
Desde el puesto que ocupaba el lesionado Mendy y a pesar de los buenos partidos de Nacho a pierna cambiada, Ancelotti ha encontrado en Camavinga una solución a la escasez. Entretanto, son nueve partidos del galo en el carril izquierdo, donde cada día está más cómodo, donde se intuye que será titular ante el Chelsea.