Antiviolencia pide al Real Madrid que aclare su relación con un líder de su grada de animación

El germen de esta historia se remonta a la creación de la grada de animación, con la que el Real Madrid quiso terminar de arrinconar a los Ultras Sur, su histórico grupo de aficionados ultras, después de haberle retirado cualquier tipo de ayuda o entradas para financiarse, prohibirle el uso de sus distintivos para que se beneficiara comercialmente y vetado su acceso al Bernabéu. El ambiente en el coliseo del Paseo de la Castellana mejoró de forma notable, pero no consiguió desactivar por completo a la parte más beligerante de Ultras Sur. Poco relevante en la parte financiera, se ha mantenido viva, sobre todo dentro de los limites de la calle Marceliano Santa María, cercana al recinto deportivo, y enfrentada con la Grada Fans.

El antagonismo entre ambos grupos, siempre latente, subió de nivel en el citado derbi, cuando la Grada Fans acusó a Ultras Sur de haber saboteado el tifo. Un cruce de caminos en los pasillos del Bernabéu acabó con una pelea entre el núcleo duro del grupo de animación, liderado por Carlos Clara (histórico ultra y presidente de la peña La Clásica) y un histórico de Ultras Sur, Pumuki, retirado ya de la primera línea pero muy respetado entre los que todavía hoy siguen en activo.

Consultadas por este diario tras el incidente, fuentes del club señalaron que ya planeaban su expulsión, conscientes de que hace tiempo que escapa a su control. Advertían además de su carácter violento y mostraron su preocupación por la deriva de un proyecto ideado para dar ejemplo tras la expulsión de Ultras Sur.

La normativa de disciplina social del Real Madrid considera «muy grave» participar en riñas dentro del estadio y puede castigarse con la expulsión como socio del club. Teniendo en cuenta que el día del derbi hubo una identificación del propio Clara y un trámite policial, que entre otras cosas ha llevado a que Antiviolencia haya propuesto una sanción de 4.000 euros y un año de exclusión de los recintos deportivos, extraña que volviera a estar presente en el coliseo madridista durante el pasado choque de Champions contra el Bayern, en el que hubo de nuevo un altercado entre algunos aficionados.

Durante la eliminatoria contra los bávaros se produjo una agresión en la que tuvo que mediar la seguridad privada del club. Un incidente grabado y difundido en las redes con el objetivo quizás de vincular al propio Carlos Clara o a su peña con el altercado, en el marco de este enfrentamiento entre la Grada Fans y Ultras Sur.

De ahí que, como adelantó Relevo, la Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, a petición de la Policía (la Oficina Nacional de Deportes), haya remitido al club blanco un escrito requiriéndole información sobre este socio en concreto.

Se trata de una carta dirigida al presidente, Florentino Pérez, en la que solicitan conocer si Clara sigue siendo socio, socio compromisario del Real Madrid, o qué vinculación concreta tiene con el club; su pertenencia a una peña o grupo simpatizante del Real Madrid y las funciones que desempeña; y aclarar si esta peña está inscrita en la Grada de Animación y en el Libro Registro de Actividades de seguidores del Real Madrid.

A la espera de la respuesta de las altas instancias madridistas y las consecuencias que pueda tener, queda ya claro que el Real Madrid se enfrenta a un problema creciente en las gradas y alrededores de su estadio con esta ruptura de las hostilidades entre la nueva grada de animación y los viejos ultras.