Goleada y trámite del Real Madrid en Leganés antes de Anfield

Ver a Mbappé de delantero centro es como si te preocupas por el timbre de tu bici y tu bici no tiene ruedas. Es un sinsentido, aunque eso conlleve que Vinicius salga de banda. Pero si el Madrid estuvo siete años detrás de Kylian no fue para ponerlo fuera de su sitio. Es como ir a darte rayos UVA con una sombrilla. Gol, gol anulado y una serie de cabalgadas muy interesantes de Kylian en la victoria del Madrid en Leganés. Ya está a cuatro del Barça, y aún tiene pendiente el partido de Mestalla.

Con este panorama, queda bajo tierra, de momento, el 0-4 del clásico y la derrota ante el Milan en el Bernabéu que puso en el alambre a Ancelotti. Ha reaccionado bien Carletto, que además de devolverle a Mbappé lo que es suyo, se atrevió con Ceballos y Arda desde el inicio. El primero le dio velocidad a la circulación del balón. Suena simple, pero el utrerano suele pecar de retener la pelota dos segundos más de lo que el juego demanda. El segundo, desborde a pierna cambiada por banda derecha, trabajo defensivo y acciones que justifican lo caro que está hoy el fútbol.

En la primera mitad, además de poner a prueba a Dimitrovic en dos ocasiones, se deshizo en campo propio de Neyou con un caño de espaldas pisando la bola. Genialidad de fútbol sala. Algo parecido le salió a Bellingham en el área del Leganés. Pared devuelta con otro caño, el suyo con el tacón. El fútbol suele ser un negocio reacio al riesgo, justo lo contrario que el propio juego en sí. Bienvenidos sean los jugadores atrevidos.

En la primera mitad no supimos si en la portería del Madrid jugaba Courtois o Lunin. Tampoco si Asencio fue titular o no, que lo fue. Y otra vez cumplió. Lograron los blancos maniatar al Leganés, que solo generaba cierta zozobra cuando Juan Cruz cogía la pelota. El hispanoargentino siempre mejora las jugadas. Le va a durar al conjunto pepinero lo que tarde en llegar el verano del próximo año.

Se adelantó el Madrid en el 43, justo antes de la hora del bocadillo. No fue el gol más bonito del mundo, pero seguramente el que más ilusión ha hecho a Ancelotti esta temporada. Presión de Camavinga y Bellingham en la salida de balón de Altimira, robo, balón muerto a Vini, atento al error local y al esfuerzo de sus dos compañeros, y regalo para Mbappé, que solo tuvo que empujarla. Séptimo gol en Liga, noveno en total.

Tras el descanso, el Madrid entendió que no necesitaba subir una sola marcha más su intensidad para llevarse los tres puntos de Butarque. La inocencia del Leganés hacía imposible que los pepineros pudieran darle suspense al desenlace del partido. Era cuestión de tiempo que cayera el segundo y el Madrid pensara en Anfield. Y así fue.

En el 66, una falta en el vértice derecho del área del Leganés la puso en la red Valverde. Lanzamiento y gol de televisión en blanco y negro. Tocó en corto Güler, la pisó Bellingham, la barrera del Leganés se durmió a la hora de taponar y el uruguayo soltó el martillo pilón que tiene en su bota derecha para doblar la ventaja y ponerle el lacito al partido.

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Javier Aznar

Antes del segundo tanto del Madrid, Mbappé ya había dejado el lado izquierdo para que Vinicius jugara allí la última media hora. Tuvo el 0-3 en el 80 en una contra iniciada por el propio brasileño en campo propio. Su pase a la carrera de Mbappé, ubicado en banda derecha, acabó en un mano a mano que estrelló en los puños de Dimitrovic. Disparo centrado y a media altura que le hizo marcharse al banquillo algo cabizbajo. Fue su última acción del partido.

Como lo fue también un cabezazo de Bellingham cinco minutos después. Remate que sí acabó en la red. Un chut de Brahim desde la medialuna del área se envenenó tras tocar en piernas locales, rebotó en el larguero de Dimitrovic y el rechace lo aprovechó Jude para cerrar el marcador y sumar su segundo tanto de la temporada. Trámite y goleada en Butarque. La prueba del algodón llega el miércoles en Anfield.