Gloria y dinero, o solo dinero: la elección de Mbappé

Enero es el mes marcado en rojo por el Real Madrid. A partir de mañana, el jugador francés volverá a ser libre para negociar su futuro, como ya sucediera en 2022. En solo seis meses termina su contrato con el PSG, una vez que el pasado verano comunicase al club galo que no activaría el año de extensión que le hubiera unido al PSG hasta junio de 2025 y le hubiera supuesto una suculenta prima de fidelidad. La misma a la que renunció en agosto para poder volver a la disciplina del equipo y poner fin al castigo que le impuso Al-Khelaifi.

Mbappé y el Madrid vuelven a la casilla de salida, pero el club blanco no piensa repetir los mismos errores del pasado. La situación ha cambiado bastante desde que hace año y medio el futbolista dejara tirada a la entidad del Bernabéu en la 'foto finish' y se lo comunicara por WhatsApp a Florentino apenas unas horas antes de hacer oficial su renovación por el PSG. Aquello está olvidado por parte del presidente, que como buen hombre de negocios no entiende de rencores ni resentimientos: «El mejor futbolista del mundo debe jugar en el Madrid», subraya una y otra vez a quien le recuerda lo mal que se ha comportado Mbappé con él. Eso no quiere decir que no haya aprendido la lección.

Hay una buena parte del madridismo que no ha perdonado aún a Kylian, pero la memoria del fútbol dura lo que tardan en llegar tres goles y una disculpa. Cómo recibiría la afición a Mbappé es algo que no preocupa en la planta noble de Valdebebas. Tampoco su aterrizaje y convivencia en uno de los vestuarios más sanos y sencillos de la historia del Madrid. Todos saben que con el galo las probabilidades de ganar van a ser aún más elevadas. La cuestión es saber si el delantero, que con 25 años ya no es un niño recién salido del Mónaco, prefiere gloria o dinero.

El Madrid le da ambas, aunque algunos crean que le va a pagar con chuches, pero no lo que jamás le dará el PSG será lo primero. Esto ya lo sabía Mbappé en 2022, cuando faltó a su acuerdo verbal y decidió vivir bajo una montaña de petrodólares. Si quiere enmendar su error, el Real Madrid le dará una última oportunidad.

El plan del club blanco es inflexible. Mbappé debe firmar en enero un acuerdo con el Madrid. Nada de promesas ni de pactos sin tinta negra de por medio. José Ángel Sánchez y Fayza Lamari, madre y representante del jugador, deberán rubricar en un papel lo que hace dos años habían acordado. Un contrato de seis años, con un sueldo de 25 millones netos y una prima de fichaje de 120 millones. No, no son regalices ni caramelos con lo que le va a pagar el Madrid.

Mbappé se encontraría además con una nueva norma fiscal, que entra en vigor en la Comunidad de Madrid desde mañana, que también le generaría un beneficio económico. Todas las personas que no hayan residido en Madrid en los últimos cinco años e inviertan en una vivienda que conviertan en su primera residencia, podrán desgravarse un 20% de la misma.

Pero todo esto es secundario para el Madrid. Mbappé ya tiene dinero para vivir mil vidas y seguir siendo inmensamente rico. El club blanco le pagará acorde a lo que es, pero siempre dentro de su modélico autocontrol financiero. Lo que el Madrid le dejará claro al jugador, y a su madre, es que aquí le espera la gloria deportiva que hasta ahora no ha vivido, a excepción del Mundial ganado en 2018.

Si Mbappé quiere pasar a la historia como uno de los mejores futbolistas de siempre, el Madrid le abre la puerta, pero será por última vez. Si no da el paso, repite patrones del pasado y juega a dos bandas utilizando al Madrid para lograr otra mega renovación con el PSG, adiós y hasta siempre. Gloria o dinero, la elección de Mbappé.