Exhibición de Vinicius y goleada del Madrid en El Sadar

El Madrid se fue de Pamplona con una goleada de fútbol y de autoridad, una exhibición de Vinicius, tres puntos más y una jornada menos. Ni Enríquez Negreira sería capaz de quitarle esta Liga a los blancos.

Los primeros 18 minutos fueron una película de tiros y cuando hay pólvora de por medio, el Madrid suele tener las mejores metralletas. En el minuto 4, un grave error de Catena propició el 0-1 de Vinicius. El central rojillo, de último defensor y con el balón en sus pies, se durmió y permitió que el brasileño le robara la pelota. Luego, en el mano a mano ante Herrera, Vinicius se escoró hacia la derecha para cruzar el balón a la izquierda. Definición impecable y celebración reivindicativa: dedo al escudo.

Osasuna respondió rápido. En el 7, saque de esquina botado por Arnaiz, error de Carvajal en el despeje, balón al segundo palo para que Herrando la vuelva a poner en zona de peligro y remate de Budimir a la red. 15 tantos ya del croata en el campeonato, a solo uno del pichichi Bellingham. La máscara no le ha quitado punch.

El tiroteo no tenía tregua. Solo sesenta segundos después del 1-1, Vinicius tuvo otro mano a mano con Herrera. Balón al espacio de Rudiger, insospechado pasador, y esta vez el duelo caería del lado del portero. Sergio no se vence, aguanta el amague y la bicicleta de Vini, y cierra a tiempo las piernas para evitar que el balón le pasara por debajo de las piernas. Paradón y sotana.

Fue el aviso del 1-2. En el 18, combinación entre Brahim y Valverde. El uruguayo recibe de espaldas dentro del área y sin mirar asiste al segundo palo, desde donde aparece Carvajal para, con un sutil toque con el exterior de su pie derecho, batir a Herrera. Quinto tanto del lateral, su récord de siempre en una temporada.

De ahí al final de la primera mitad, Vinicius en el centro de todo. Unai le hizo un claro penalti en el 21, derribándolo con su brazo izquierdo tras verse superado por un recorte del brasileño. Agua para Martínez Munuera. También para el VAR. Mecachis.

Luego, en el 34, una conducción en la frontal del área acabó en un disparo con mala baba al palo izquierdo de Herrera. En cuclillas, Vini se lamentaba de esos tres centímetros de desajuste en la mirilla.

En el 46, una faltita señalada a Tchouaméni sobre Torró no gustó al brasileño, cuyos aspavientos le costaron una amarilla que le hará cumplir ciclo ante el Athletic Club. Entre el parón de selecciones, esta sanción y la final de Copa, hasta el 9 de abril, en la ida de Champions frente al City, no se verá de nuevo a Vinicius de blanco.

De Osasuna, solo un disparo de Arnaiz, en el 40, mandado a la esquina por Lunin. Con la sombra de Courtois ya ahí, el ucraniano sigue con el listón muy alto. Volverá al banquillo, pero con la cabeza bien alta. Temporadón.

En la segunda mitad, la tendencia del partido fue a más. El Madrid era claro dominador, a Osasuna no le daban ni las piernas ni la ideas, y enfrente tenía la versión prime de Vinicius. Ante los pitos y los cánticos de El Sadar, el brasileño respondió con uno de sus mejores partidos de la temporada. Su jugada y finalización en el 1-4 ya va camino del Prado.

Antes de que el brasileño cerrar la puerta, Brahim cogió las llaves. Primer gol como internacional marroquí, nacido en la bota derecha de Lunin. El balón en largo del ucraniano lo prolongó la cabeza de Valverde antes de que el '21' entrara como un cuchillo por el carril central y batiera con su pierna derecha a Herrera. Su cuerpo, acostado a la izquierda, ayudó al engaño.

Vinicius tuvo el quinto, como Rodrygo, en dos ocasiones y, también, Guler con un disparo desde el centro del campo al larguero. Lucas lo llegó a anotar, pero en claro fuera de juego. No hubo manera. Sí maquilló el resultado Osasuna, con el tanto de Íker Muñoz en el 92. En las películas de tiros también hay balas perdidas.