La crisis médica que fulminó a Mihic: desconfianza de Ancelotti, lesiones repetitivas y el caso Güler

Distintas informaciones apuntan a las reiteradas lesiones de Güler como el motivo de su adiós, que el propio médico cataloga de renuncia y no de despido. Así se lo ha asegurado el croata a su entorno, pero la realidad es que el jugador turco es un grano más en una montaña de arena. Sí, las expectativas que ha levantado su fichaje son muy altas, pero tan altas como, de momento, artificiales. No ha empatado con nadie como para convertirse en un error médico de bulto que le cueste el puesto al número uno del departamento. La realidad es que entre Ancelotti y su equipo de colaboradores no había 'feeling' con Mihic, al mando del cuerpo médico blanco desde el verano de 2017, cuando el club prescindió del doctor Olmo, cuyas guerras personales con Ramos le acabaron pasando factura.

«La gente cree que ser el jefe médico del Madrid da completa, total y absoluta autoridad para tomar decisiones respecto a los jugadores, y ni mucho menos es así. Mihic aconseja, pero a partir de ahí, los jugadores tienen familia, entrenador, agente y médicos de confianza. Realmente, el puesto de Mihic es un marrón», detalla una persona que conoce perfectamente las interioridades y burocracia del departamento médico del Madrid: «Olmo, Mihic, Serratosa, Morate, Aramberri… son unos cuantos los que en los últimos diez años han salido del departamento médico del Madrid. La presión, la tensión y la exigencia a la que están sometidos es brutal», añade esta fuente.

El Madrid tiene un acuerdo con Sanitas para que esta compañía asista a los jugadores y pueda hacer publicidad de ello, como sucede en los reconocimientos médicos de pretemporada o en los correspondientes a un fichaje. Acuerdo valorado en 9'9 millones de euros y compatible para que club y futbolistas tengan autonomía para tratar las distintas lesiones. El problema es cuando estas son abundantes, y repetitivas en algunos casos, como así ha sucedido en la era Mihic. Bale, Hazard, Isco, Ceballos, Alaba, Benzema, Mendy… Jugadores todos ellos que han sufrido, en un momento u otro, un calvario de lesiones que en esta segunda etapa de Ancelotti como entrenador del Real Madrid han agrietado la confianza del italiano en las prestaciones y capacidad del croata.

No hay que irse muy lejos para encontrar discusiones entre ambos. El pasado martes 26 de septiembre, 24 horas antes de un partido de liga intersemanal contra Las Palmas, Ancelotti anunciaba en rueda de prensa que, tras dos meses de baja por una rotura de menisco, Güler estaría al fin en la convocatoria. A la vez que decía eso, los servicios médicos del club iban de camino al hospital para confirmar que Arda se había lesionado en la última jugada del entrenamiento de aquel día. Segunda de las tres lesiones que ha sufrido y que han dejado en evidencia a Ancelotti en más de una ocasión, algo que no ha gustado nada al italiano y que ha colmado el vaso de su paciencia con Mihic.

De hecho, hubo médicos, como el doctor Ripoll, una eminencia en el mundo de las rodillas, que detallaron en ABC que la lesión de Güler debía tener un plazo de cinco meses de recuperación para evitar sorpresas. El tiempo le está dando la razón. Con un chico tan joven, aún en proceso de formación a nivel muscular, se debía ser extremadamente prudente tras la cirugía porque su cuerpo requería una reestructuración completa: «Es evidente que no ha sido así», apostilla el galeno.

La salida de Mihic del organigrama del primer equipo no supondrá la ruptura de la buena relación que mantienen Florentino y el doctor. De hecho, la idea es que siga trabajando en otras funciones dentro del club, pero antes de que una crisis médica estallara por completo en el vestuario, el presidente ha preferido cortar por lo sano.