Un bombardeo con final feliz

Joselu, la luz blanca ante la espesura, había disparado ocho veces al marco berlinés, pero el resultado fue el mismo: ambas manos a la cabeza y rostro de incredulidad frente a las ocasiones perdidas. El paso del tiempo y el inmovilismo incomodaban a los de Carlo Ancelotti: el bombardeo era continuo, Rodrygo fallaba lo imposible y el 0-0 se intuía como el final más lógico a un día desesperante.

Sin embargo, el Real Madrid se las apañó de nuevo para sonreír ante un presente adverso. Es un gigante que se alimenta de su propia épica novelesca; un monstruo que crece y se hace realmente temible ante la posibilidad de salvarse a última hora. El Santiago Bernabéu, por supuesto, es esencial en tal transformación. Porque cuando el cuarto árbitro levanta el cartelón y en él brilla un cinco, el estadio ruge, entra en estado de enajenación contagiosa y confía más que nunca en que es posible encontrar el éxtasis.

En tal caldo de cultivo poco importa que Leite, Doekhi y Bonucci -los tres centrales de un equipo que en ningún momento pareció un debutante en la Champions League- estuvieran firmando un partido perfecto, Jude Bellingham, como ya ocurrió en esa misma portería ante el Getafe, aprovechaba un balón rechazado en lo más profundo del área para hacer gol con facilidad. Reafirmó el Madrid que es amigo de la fortuna porque la busca más que nadie. Porque si las casualidades existen, el hecho de que el 14 veces campeón de Europa rescate este tipo de partidos no es una de ellas.

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«Ya sabemos la magia de este estadio. Era un partido para haberlo ganado unos cuantos minutos antes, pero lo importante era sacar los tres puntos. Jude nació para jugar en el Real Madrid, tenemos la suerte de tenerlo con nosotros y que siga metiendo muchos goles», decía el capitán Nacho Fernández tras el fin del encuentro.

El propio protagonista, tras su sexto gol desde que es jugador del Real Madrid -en un inicio superlativo en un escenario tan enorme-, analizó así sus primeros meses de blanco: «No ha sido mi gol más bonito, pero siempre quiero estar en el área para ayudar al equipo con goles. Normalmente soy un chico tímido, pero me he adaptado muy bien. Siempre voy con una sonrisa».

Entretanto, Ancelotti confirmó en rueda de prensa que el extremo brasileño estará de vuelta, como muy tarde, el próximo miércoles ante Las Palmas. «Vinicius marca la diferencia y nos falta. Volverá el próximo miércoles. A ver si llega al domingo para el derbi», señaló el veterano técnico italiano.