Ancelotti: «No tengo libertad de expresión para hablar de los árbitros»

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Rubén Cañizares

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El encuentro viene marcado por la polémica arbitral del pasado sábado que desató la indignación de Ancelotti, los jugadores y el madridismo tras la actuación de De Burgos Bengoetxea en el Pizjuán. Carletto, que se mordió la lengua tras el duelo ante el Sevilla, lo volvió a hacer este lunes, aunque con matices: «Por costumbre tengo confianza en los árbitros. A veces más, a veces menos. Si tú me preguntas por los vídeos, vosotros sabéis mejor que yo que es libertad de expresión y es un derecho. Tengo que focalizarme en mi equipo y dejar a los árbitros. Es un momento en el fútbol español especial y todos los sabemos, y hasta que no sea aclarado tendremos siempre este tipo de problemas».

Carletto, como en Sevilla, volvió a insistir en que él no puede hablar abiertamente de los colegiados: «Hay algunos arbitrajes que nos han perjudicado, pero vosotros sabéis que no tengo libertad de expresión, si digo lo que pienso me suspenden. No puedo contestar a este tipo de pregunta».

Lo que sí respondió con claridad es que hay diferencias entre pitar en liga y pitar en Europa: «El árbitro español que vive en España pita en España. El árbitro inglés que pita en Portugal mañana vuelve a Inglaterra, y le da igual lo que digan de él. El arbitraje en Europa es una profesión distinta. Los árbitros que pitan en Europa no tienen la presión que tienen en una liga domésticas».

Fue una rueda de prensa unidireccional hacia el tema de los arbitrajes, en la que Ancelotti no le dio la razón al presidente de la Federación, Pedro Rocha, que esta mañana aseguró que los mejores colegiados eran los españoles: «Hay árbitros muy buenos y hay árbitros que tienen que mejorar».

Una comparecencia monotemática que Ancelotti terminó con una de sus habituales bromas, llenas de inteligencia y sabiduría. Como ningún periodista le preguntó por el once, comentó entre risas que estaba dispuesto a dar el once, pero se había pasado el turno: «Tenía la idea de dar la alineación, pero es una pena que no me lo hayáis preguntado. Primera vez»..