El salto de Vinicius: pedagogía de Ancelotti, menos toques, tren inferior más fuerte y mayor velocidad mental

Las tres primeras temporadas de blanco de Vinicius han estado marcadas por su indolencia ante la portería contraria. En la campaña 18-19 sumó cuatro goles, en la 19-20, cinco dianas, y en la 20-21, seis con una media de 0'12 tantos. En esta, solo ha necesitado cuatro disparos y dos ratos como suplente para sumar ya tres goles, aún con le verano bien presente. Hoja de servicios muy distinta a lo mostrado años atrás, no solo en el Madrid, sino también con Brasil. Vinicius tuvo un papel residual en la Copa América de este verano, donde su selección sufrió un nuevo maracanazo al caer en la final ante Argentina (0-1). Ahí jugó el madridista 27 minutos. En total, apenas 64 en todo el torneo. Rol anecdótico para un futbolista que necesita saberse importante para explotar sus mejores cualidades, y eso es lo que precisamente está haciendo Ancelotti con él: «Vinicius lo está haciendo muy bien. Trabaja bien y es un futbolista muy importante para nosotros. Tengo mucha confianza en él. Ha definido muy bien estos dos partidos y espero que siga así», reflexionó Carletto tras el partido ante el Levante.

La vertiente más didáctica del paciente entrenador italiano se ha entregado a Vini. Diálogo constante, aplausos y regañinas . Profesor a tiempo completo con uno de los mayores talentos de su plantilla, y con una máxima clara: menos toques y menos conducción, y mayor velocidad y agilidad mental. Y ahí están los primeros resultados. Ante el Levante, dos goles 'made in' Ronaldo Nazario. Palabras mayores. El primero, desmarque al espacio, carrera hacia portería contraria, cabeza arriba y definición con un sutil toque con el interior de su pierna izquierda. Su segunda diana, más de lo que le pide Ancelotti: control, ligero autopase y picadita con la puntera al palo largo de Aitor Fernández. Todo en apenas un par de segundos. Se acabó lo de perderse en filigranas y regates sin sentido ni suma alguna para el colectivo y para la incidencia del marcador: «Yo sigo trabajando desde el primer día que llegué aquí y no voy a cambiar. No es solo la definición, lo hago en todo para llegar a un partido como este y seguir ayudando al equipo», explicó el brasileño a pie de campo del Ciudad de Valencia.

Los citados no son los únicos motivos del salto diferencial de Vinicius. Carletto le ha insistido en pensar en el gol como un situación natural en estos nuevos conceptos que le ha inculcado. Fuera obsesiones. Mente limpia y camino despejado. Y el chaval lo ha entendido a la perfección. Está encantado con la pedagogía de Ancelotti: «Es una relación profesor-alumno que da gusto ver» , describen en el club, felices a la que par que prudentes: «Ahora se trata de ver si con el paso de los entrenamientos y los partidos, este nuevo Vini se consolida. Lo mejor de él es que no se obsesiona y entiende que desde sus dones naturales todo irá saliendo».

Aparte de su notable evolución educativa en la lectura de las situaciones de ataque, el nuevo Vinicius también cimienta su mejoría en su cuerpo de atleta. Este verano, durante sus tres semanas de vacaciones hizo un trabajo físico especial para potenciar su tren inferior. No es el futbolista más fuerte del equipo, pero tampoco el 'tirillas' que aterrizó en Madrid en 2018. Más fibroso y formado, su cuerpo de niño es ya historia. Vini ya ha terminado de formarse como adulto y esa combinación de potencia y musculatura de cintura para abajo , junto a la ligereza de su tren superior le ha hecho ser más fuerte y más rápido. Es tan complicado ganarle una carrera como tirarle al suelo. Y, ahora, los porteros ya saben que además ha atinado la definición. El nuevo Vinicius es más completo que nunca. Veremos hasta cuando puede prolongar en el tiempo esta versión que es la sensación del inicio de la Liga.