El Real Madrid recupera su gen goleador

Durante los nueve años que Cristiano Ronaldo vistió la camiseta del Real Madrid, los números fueron demoledores. Excepto en su última temporada, en la que se quedó muy cerca de los tres dígitos -94 tantos-, el Madrid anotó siempre en Liga más de 100 goles. Los 121 en la campaña 2011-12, la de los 100 puntos con Mourinho de entrenador, es su récord histórico. Los 118 del curso 2014-15, con Ancelotti en el banquillo, su segundo mejor registro.

Estos brillantes datos en cuanto a materialización ofensiva se tradujeron en la mejor era de la historia del club, ganando cuatro Champions en cinco años (2014, 2016, 2017 y 2018), junto a la de Di Stéfano, pero la marcha de Cristiano a Turín , en el verano de 2018, justo poco después de ganar la decimotercera en Kiev ante el Liverpool (3-1), no solo puso fin a una etapa única y, seguramente, irrepetible, sino que frenó en seco el arsenal ofensivo del Real Madrid, con el consecuente daño en los objetivos marcados.

Las tres temporadas pos-Cristiano han dado bastante quebraderos de cabeza a los entrenadores que han pasado por el banquillo. Benítez, Solari y Zidane ya no tenían en su plantilla ese jugador que le aseguraba, al menos, cuarenta goles por campaña. Son palabras mayores. Con Ronaldo, el Madrid tuvo una media total, durante los nueve años del luso en la capital de España, de 2,80 goles por partido. Sin él, el desplome fue importante.

La Liga 18-19 la cerró el Madrid con 63 goles (1,66 por partido), la 19-20 con 70 dianas (1,84 por partido), y la 20-21 con 67 tantos (1,76 por partido). Y no fue por falta de dinero. En estos tres años, el club se ha gastado 290 millones en reforzar la parcela ofensiva entre Vinicius, Mariano, Rodrygo, Jovic y Hazard , pero el resultado no ha sido el esperado. Entre todos ellos, 42 tantos. Escaso rédito, hasta esta temporada.

El fútbol es un deporte que tiende a dejar en cueros a todos los que disfrutan de él, sepas mucho, algo o poco, y una vez más ha vuelto a hacerlo. El mismo Madrid del año pasado, y de hace dos, y de hace tres años, a ese mismo Madrid ahora se le caen los goles del bolsillo. En las cuatro jornadas de Liga acumula 13 goles, una media 3,25 tantos por partido, lo que le proyecta a unas hipotéticas 124 dianas en la Liga de seguir este ritmo. ¿Por qué? No hay una explicación lógica, salvo el crecimiento de Vinicius ante la portería rival, y la tecla de Ancelotti: «Tiene un don para sacar la mejor versión de los jugadores», explican desde el club. No les falta razón, pero también lo tenía Zidane y hasta Solari en los escasos cuatro meses que estuvo en el banquillo del Bernabéu. Y con ellos, el Madrid desafinaba en los metros finales. Ahora, es justo lo contrario. Los intangibles del fútbol que muchas veces no tienen explicación científica, pero sí una base en la que sostenerse.

Benzema -cinco dianas- sigue en ese permanente idilio con el gol que comenzó en 2018, justo con la marcha de Cristiano. Tras él, un páramo que Vinicius se ha propuesto regar. Y en abundancia. Vinicius necesitó 120 disparos para marcar siete goles en Liga en sus primeros tres años de blanco. Esta Liga, con nueve disparos, ya suma cuatro tantos. Benzema tiene por fin un aliado. Y el Madrid, otra vez de vuelta su gen goleador.