El Real Madrid pone en ebullición la operación Pogba

Tres temporadas más tarde, ya sin Cristiano, fue Zidane quien insistió en la contratación del mediocampista. La cifra clave era 80 millones de euros. No se concretó. La pandemia y la crisis económica subyacente frenaron otro intento de Raiola por traerle al Bernabéu hace quince meses.

Ahora, con 28 años, Pogba queda libre en julio y es Mino Raiola quien quiere alcanzar por fin un acuerdo con el presidente del Real Madrid y acercar posiciones de futuro tras unas relaciones que no fueron buenas durante mucho tiempo por los excesos verbales del apoderado del jugador después de negociar sin éxito aquel primer intento.

Unir en un mismo equipo a Mbappé, Pogba y Benzema, figuras de la selección campeona del mundo, es un sueño que puede hacerse realidad y que gusta también a los dos futbolistas que acaban su contrato dentro de ocho meses. Sería el Real Madrid más afrancesado de la historia, pues Camavinga y Mendy, que igualmente son internacionales, se añaden a ese elenco.

Benzema hizo una buena labor de zapa con Mbappé cuando retornó al equipo nacional de los «bleus». Hablar con Pogba como embajador madridista será todavía más sencillo, pues el centrocampista conoce de primera mano el objetivo de Mbappé y estar juntos es un aliciente para todos.

La posición de la entidad madridista es la misma ante esta tercera posibilidad fidedigna de ver a Pogba en el vestuario de Valdebebas, la última de unir ambos caminos. No piensa entrar en las desorbitantes batallas económicas de mercado impuestas por los clubes ingleses en la Premier, que han triplicado los precios de cualquier rompepiernas, una política rematada por el París Saint-Germain al otro lado del Canal de la Mancha. El United le ha propuesto ahora renovar por cinco campañas, hasta los 33 años, con una ficha de 20 millones anuales.

La 'casa blanca' puede ofrecerle un contrato de 14 millones netos, para no romper la escala salarial de la plantilla, pero tanto Pogba como Raiola percibirán una prima de fichaje, por llegar libre, que rondará los 30 millones. Es la misma cantidad que ha cobrado David Alaba y su representante por venir sin ataduras desde el Bayern. La misma política que se aplicará con Kylian Mbappé si viene al Bernabéu con la carta de libertad.

La pelota está en el borceguí derecho de Pogba. Él decide. La reacción del Manchester para que no se escape es una tentación que revolotea por la mente de la estrella, que brilló con Francia ante Bélgica y España en la reciente Liga de las Naciones.

Raiola anhela que venga al Real Madrid . Quiere abrir esa puerta con la entidad que ha ganado trece Copas de Europa, porque en esa plantilla no hay asiento para ningún profesional controlado por el apoderado y aspira a tenerlos. Él no sale en esa foto.

Paul tiene una asignatura pendiente que su representante liga al equipo español. Es campeón del mundo con Francia, pero nunca ha conquistado la Champions, ni con el United, ni con la Juventus. La casa blanca es el sitio indicado para alcanzar esa meta. Y las probabilidades aumentan con Mbappé a su lado, de la mano.

El polémico agente italiano, nacido en una familia muy pobre de Salerno, deberá convencer a su representado. El tanque noruego Haaland también está en su cartera. Y otros profesionales importantes. Necesita tender muchos puentes sobre el techo del nuevo Bernabéu, cuya fecha de inauguración está prevista para el 14 de diciembre de 2022. Mino, así le llaman, sabe que Florentino Pérez planifica un buen equipo para esa campaña y pretende introducir a varios de sus hombres en ese vestuario.

Ahora falta por decidir si Pogba quiere el dinero del Manchester United o un equipo de mayor nivel deportivo como el Real Madrid. La diferencia económica entre ambas opciones, con el abono de la prima de fichaje, no existe prácticamente. Es una elección puramente futbolística. El centrocampista está cansado de no ganar títulos con el equipo inglés.