Resultado Real Madrid-Celta
El Madrid se despide con goles del Bernabéu
Exhibición contra el Celta en un ambiente de víspera. Sobresalió Bale con dos goles
Crónica
La gente hablaba de Neymar antes del partido y de la 13ª al marcharse. Y entre medias habló de Bale.
De Neymar se dicen las mismas cosas que se decían de Cristiano Ronaldo. Cuando Calderón prometió su fichaje -que fue bastante antes de ... ficharlo-, una parte extraña del madridismo no lo quería. Decían que era caprichoso, hortera e individualista . Se repetía eso definitivo de “No es jugador para el Madrid” (y eso que entonces no tenía Instagram). Un jugador para el Madrid era Zamorano.
¿Fue el último partido de Bale en el Bernabéu? Es más triste despedirse de quien no se ha terminado de conocer.
Bale se benefició de la ausencia de Cristiano y de una media titular a su servicio. Recibió pases perfectos de Modric e Isco y nadie le disputó el espacio. Lacón con grelos, arroz con leche, ginebra con tónica y Bale con espacios . Con él el madridismo ha disfrutado de instantes de un tipo de juego olvidado, potente y norteño. Un fútbol directo y a la vez sorprendente que se le ha visto poco y que recordaba más al equipo de Mourinho. Un contragolpeador en la corte ajena de Cristiano, pura sangre encajonado. Con campo por delante y un poco de cariño Bale es incontenible. Los dos goles fueron parecidos: pase lejano a la carrera, recorte o galopada y zurdazo ajustado al palo o a la escuadra. Dejaron un murmullo en el estadio.
Pudo meter más si le hubiesen seguido en algún desmarque. ¿Por qué no se ha hablado más de la incomprensión nuestra de Bale? No habla español, es cierto, ¿pero acaso hemos hablado nosotros su idioma?
Ha habido mucha pedagogía para el juego de salón de Benzema . Un ejército de meñiques erectos explicándolo, pero no se ha hablado de la necesidad de espacio de Bale. De la belleza de su fútbol primario, que no tiene tan buena prensa. Cristiano tiene a Benzema acomodándole el Tetris en cada jugada y Bale... Bale solo necesitaba espacios. Bale es “con espacio”. Fue un placer verle atraer los pases de Modric y Kroos; cuando fue sustituido, el estadio entero se puso de pie en un aplauso generoso y merecido que reconocía mucho más que un gran partido.
Isco marcó el tercero de un tiro colocado desde la esquina del área y fue cogiendo ritmo después de días ausente.
El Madrid jugó ligero y brillante, y gustó mucho Achraf, que se salva del naufragio generacional de este año por su velocidad y el optimismo de su estilo directo. Marcó el cuarto en una jugada que Benzema dirigió por su retrovisor.
El Madrid mató el partido con dos contragolpes porque el Celta se fue arriba un poco demasiado alegremente. Estaba bien Lobotka subiendo la presión y Jozabed, elegante y medido hasta pisar el área. Con 1-0 hubo un posible penalti de Casemiro que el árbitro complicó con una gran indecisión (el desconcierto del VAR pero sin el VAR), y Navas aun le salvó un gol a Wass, pero partido como tal no hubo.
Al Celta le faltaba Aspas , era una estructura sin amenaza y no hubo más argumento en la segunda parte. Sergi Gómez se hizo el quinto en autogol y no hubo patadas (una sola amarilla) ni oposición. Kroos marcó como llegador en una jugada que cogió al Celta dormido. ¿Para qué entró Aspas con 6-0?
Modric y Kroos mostraron una forma óptima y la media titular pareció perfectamente engrasada.
En el Bernabéu había un ambiente especial. No se celebraban tanto los goles como la expectativa. La ilusión que despierta la final de Kiev se notó en los cánticos . Había una alegría distinta, de víspera. Jugadores y público se citaron para una final que ya se vive.
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