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Real Madrid, campeón de Champions

El club que se persigue a sí mismo, el dueño indiscutible de Europa

El equipo blanco ha ganado la Copa de Europa en seis décadas distintas y a través de tres grandes épocas, tres lustros de éxito; la 14ª acerca a una generacion al mito de los 50. No hay un país que tenga más Champions

En directo: sigue la celebración de la Champions del Real Madrid

Las 14 Copas de Europa del Real Madrid, una a una

Vídeo: Miles de aficionados celebran la 14ª Champions del Real Madrid - EP
Hughes

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Para ganar su Copa de Europa número catorce, ‘la catorce’, el Madrid tuvo que vencer a los mejores equipos del fútbol inglés, a la Premier, a los clubes-Estado y a dos de los tres últimos campeones de la competición. Cumplió, hasta el punto de lo inverosímil, con su leyenda de pasión y predestinación y de alguna forma citó toda su historia europea, más allá de las Champions, con unas remontadas que homenajeaban las de las UEFA de los años ochenta, y vengaban la Recopa perdida en la final de 1971 contra el Chelsea, una de las pocas cuentas pendientes que le quedaban. La 14ª redondea y sublima la historia del Madrid, como un concentrado de sus mejores cualidades.

Con este triunfo, el Madrid tiene el doble de Champions que su inmediato perseguidor , el Milán; tiene más Copas de Europa que toda Italia, las mismas que toda Inglaterra. El Madrid es el ‘país’ con más Copas en lucha con clubes de Estado.

¿Qué lugar ocupa este último título? La historia moderna del Madrid tiene tres grandes lustros. De 1955 a 1960, el Madrid consigue las Cinco Copas consecutivas, mito fundacional del club. De 1998 a 2002, retorna con tres en cinco años. Y el último gran lustro es el reciente, de 2013 a 2018, la conquista de cuatro Champions en cinco años, tres consecutivas.

Habría otro gran lustro, el cuarto en importancia, con las cinco Ligas, UEFAS y semifinales de Champions de la Quinta del Buitre , pero queda fuera del álbum de oro de la competición con la que el Madrid se define, la que saca lo mejor de sí: la Copa de Europa es la frontera en la que el Madrid hace su historia.

Del primer lustro está todo dicho. Fue la idea de Bernabéu, con Di Stéfano, Puskas, Gento, Kopa y compañía, con pocas variaciones y tres entrenadores: Villalonga, Carniglia y Muñoz. Este es, de modo indiscutible, el mejor equipo de la historia del fútbol de clubes, y fijó el canon de excelencia de la entidad con exhibiciones como el 7-3 de la final contra el Eintracht en 1960. Es la edad de oro del Madrid.

Décadas después, el club volvió a dominar la competición con la Séptima, la Octava y la Novena en un período de cinco años, en temporadas alternas. Estos títulos estuvieron marcados por todo lo contrario. Llegaron juntos, pero fueron muy distintos. La Séptima y la Octava fueron de Lorenzo Sanz , la Novena de Florentino Pérez ; empezó la Quinta de los Ferrari y acabaron los Galácticos. Hubo algunos hilos de continuidad como Del Bosque y parte de una columna vertebral, Hierro, Raúl y Redondo (hasta la Octava) que venían de más atrás, de Mendoza y la Liga de Valdano.

Esas Copas fueron la cristalización de los años 90 madridistas, la capitalización de los derechos televisivos, y la venta de la Ciudad Deportiva. El Madrid pasó del siglo XX al XXI transformado, sobre ese equipo, que fueron varios, en una Competición que ya era Liga de Campeones con fase de grupos. Estos años dejaron imágenes parangonables al gran Madrid de los 50: el taconazo de Redondo el Old Trafford, la volea de Zidane en Glasgow o la larga travesía de campo a campo de Raúl en París...

El siguiente gran lustro es reciente: cuatro Champions en cinco años desde la temporada 2013/2014 en lo que podríamos llamar el Segundo Florentinismo, sobre la base de una primera gran inversión con Ronaldo y Benzema (nuevos Di Stéfano y Puskas) y el impulso de Mourinho. Si las cinco de los años 50 son la cumbre del fútbol de clubes, con los números en la mano, esta generación conformó el segundo mayor dominio de la historia del fútbol europeo, por delante del Ajax de Cruyff , del B ayern de Beckenbauer o del Milán de Sacchi .

Sería la edad de plata del Madrid: la chilena de Bale, la de Ronaldo, el gol de Ramos… Y así como el gran Madrid tuvo una secuela en la Copa de Europa de 1966, la Sexta, la de los yeyés, este Madrid ha reaparecido, con transformaciones, en la decimocuarta Copa. La Sexta llegó de la continuidad presidencial e institucional, de un mismo Madrid consolidado, y un equipo transformado según los planes y estilo de Bernabéu, con la continuidad de Miguel Muñoz en el banquillo y Gento en el campo y una generación nueva de jóvenes: Amancio, Pirri, Zoco, Velázquez… De modo similar, este Madrid de la 14ª es la continuidad en el estilo más suavizado y matizado del Segundo Florentinimo; también en los banquillos, con el regreso de Ancelotti, y un núcleo de jugadores (Benzema, Modric, Carvajal...) que ya estaban en la Décima, junto a una nueva generación, Camavinga, Valverde, Rodrygo y Vinicius, los yeyés de ahora. El equipo es y no es el mismo, está parcialmente renovado, conviven en él dos generaciones, pero hay una continuidad institucional y gerencial. El Madrid perpetúa un cierto estilo de dirección: Ancelotti, Zidane, Del Bosque, Heynckes, Muñoz.. .

Los yeyé llevaron los 50 hasta el pop de los 60; la Galaxia empujo a los Ferraris y al «Ferrari del gol» que era Raúl hasta el siglo XXI, y ahora la 14ª prolonga el II Florentinismo en otra década , lo eleva muy cerca del mito de Di Stéfano y Bernabéu y lleva otro trofeo a un estadio en transformación. El Madrid ha levantado Copas de Europa en seis décadas distintas y ahora, con el granero lleno de títulos para el futuro, lucha contra Estados, y sigue ganando.

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