Real Madrid
La oferta del Madrid a Ramos: un año y un 10 por ciento menos de ficha
El jugador pide dos años y el salario actual, 12 millones netos. El club desea que el capitán se retire en la casa y luego siga ligado a ella. De no firmar, le hará una despedida brillante, como se merece, y le reservará sitio en la empresa para el futuro
Cada negociación entre Florentino Pérez y Sergio Ramos es un argumento cinematográfico para que Rambo vuelva a la acción con «Acorralado, segunda parte». En 2015 protagonizaron un combate dialéctico que acabó en pacto en plena pretemporada en China, con José Ángel Sánchez y ... René Ramos como testigos de la pipa de la paz y Benítez como entrenador. El capitán firmó entonces un acuerdo por cinco años, que se amplió posteriormente por una temporada más, hasta junio de 2021, gracias a su rendimiento, reconocido por el club. Ahora, la historia se repite. Se enquista. Restan cinco meses para el final del convenio entre ambas partes y la renovación de Ramos se ha convertido en una nueva partida de ajedrez en la que nadie ataca públicamente y todo el mundo aguanta con movimientos de peones para ver quien pierde antes los nervios y comete un error por adelantarse a lo acontecimientos.
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No es verdad que el Real Madrid y el capitán no hayan hablado hasta ahora. Claro que lo han hecho. Varias veces. Lo que sucede es que el club no ha variado su propuesta y mantiene su postura. La oferta es concisa, escueta, clara, cruda, sin las cláusulas y condiciones que desearía el futbolista. José Ángel Sánchez ha ofrecido al sevillano un contrato por un año más, hasta 2022, con una ficha rebajada en un 10 por ciento, desde los 12 a los 10,8 millones euros netos anuales, el descuento de la reducción salarial que se negocia ahora con toda la plantilla para combatir en cierta medida la crisis económica que asola a los clubes por culpa de la pandemia.
Salir de la burbuja
Florentino Pérez ha dialogado en diversas ocasiones con el líder del equipo y le ha expuesto la gravedad de la situación, con un presupuesto reducido en un 33 por ciento, que ha descendido de los 900 millones que se esperaban ahora en una realidad normal a los 617 que ha provocado el desfalco del coronavirus. El presidente quiere que los jugadores salgan de su burbuja y vivan la verdad de las cosas.
«Los ingresos de los jugadores se pagaban con los ingresos por el público y las taquillas, no con el negocio cerrado, con las tiendas a medio gas y el merchandising prácticamente sin tener el mercado abierto», señala un profesional de la casa blanca. «Hasta la televisión genera menos ingresos en este tiempo de pandemia, por la concentración de partidos cada tres días. La gente no sabe ni cuando se juega». Esta sucesión de hechos ha significado que los patrocinios hayan descendido una barbaridad en la cascada de renegociaciones que ha exigido el Covid-19.
Ante la propuesta del Real Madrid, el jugador hispalense pidió inicialmente dos años de contrato y un bonus de dos millones por temporada si disputaba 30 partidos oficiales en cada una de ellas, porque pensaba que se lo había ganado por rendimiento. Ahora solicita dos campañas de contrato, hasta 2023, y la misma ficha.
La entidad no se mueve en el tablero, se enroca. Ramos cumple 35 años el 30 de marzo, se encuentra en la etapa final de su carrera y la empresa piensa que debe otorgarle un contrato de año en año por cuestiones de edad. Después, si rinde, podrá jugar dos o tres campañas. Pero eso se decidirá al final de cada curso, no estará firmado con antelación. El argumento técnico del club es que una lesión, a esta edad, puede acabar con esa espléndida trayectoria en un santiamén. Es una visión estrictamente empresarial.
Modric sí lo ha aceptado
El Real Madrid desea que Ramos admita una reducción salarial como ha hecho Modric, que solo renueva por un año. Lucas Vázquez aún no ha llegado a un acuerdo. El club deja claro que quiere que su capitán renueve, que desearía que pueda jugar tres años más, lo que supondría que su «perfomance» sería tan excelente como la actual, y subraya que su intención suprema es que se retire en el Real Madrid. El broche posterior sería su continuidad en la nómina de la casa en otras misiones, las de pantalón largo, chaqueta y corbata, como corresponde a una leyenda.
Si Ramos no accede a la oferta, el Real Madrid comprenderá que el número cuatro tiene el campo libre desde que comenzó el año para fichar por otro equipo que le pague más dinero, con fecha del 1 de julio.
En la hipótesis de un adiós del capitán, que nadie anhela en la entidad, que nadie espera en realidad, el Real Madrid le brindaría una despedida como se merece y tendría reservado un sitio para él dentro de la casa una vez cuelgue las botas y deje de enseñar su arsenal de tatuajes por los campos de fútbol.
Jugar sin red
Las posiciones están muy claras y no admiten dudas. La telenovela de opiniones enfrentadas que suscita esta situación de «stand by» es consecuencia de filias y fobias, no de realidades, analiza el club. El propio Ramos ha manifestado que se encuentra tranquilo, porque su anhelo es continuar en su casa. Hasta ahora no ha recibido ninguna otra propuesta, porque todos los clubes piensan que seguirá en el Real Madrid. Será el propio futbolista quien deberá abrir ese abanico si observa que la entente con su equipo es imposible.
Hay un problema que genera nerviosismo en su entorno. Mientras no renueva, cualquier lesión grave le dejaría al descubierto el 1 de julio, sin nada firmado. René Ramos, representante y hermano de Sergio, ya ha demostrado esa tensión. El jugador se ha recuperado de su indisposición estomacal y reaparecerá el sábado en Pamplona. Juega con esa asignatura pendiente. Zidane quiere que se examine de ella ya.