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Los mismos son los otros

Solari es el responsable de que los mismos sean otros. Ni buenista, ni fiero. Tranquilo, firme

Fernando R. Lafuente

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Son los mismos nombres pero parecen otros. No es magia, es fútbol. No es un master en psicología deportiva, es la serena aplicación del sentido común. Llegar, ver, mirar y actuar. Solari es el responsable de que los mismos sean otros. Ni buenista, ni fiero. ... Tranquilo, firme. Es una paradoja, una más, pero entrenar a un equipo repleto de «egos» (auténticas empresas con sus «entornos») si sabes lo que tienes que hacer, y no miras ni a derecha (directiva), ni a izquierda (medios de comunicación) es más fácil que a un Segunda B. Uno solo describe un hecho, como diría el admirado Guillermo Brown. El drama de Isco, por ejemplo, es que puede quedarse como el recuerdo indeleble del legado Lopetegui. Sentar a Marcelo, después de que Marcelo hubiera dejado «sentada» (de estupefacción) a la afición es algo más que una actitud. Decidir que Courtois fuera titular, apostar por Lucas, por Reguilón, por Llorente. Hacer de Vinicius un aliciente para el Bernabéu (algunos todavía comentan que podríamos estar ante una versión renovada de Robinho, con idéntico destino) y la definitiva redención de Benzema.

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