Cristiano, un gol solo apto para privilegiados

Según diveras mediciones, Cristiano golpeó el balón a 2'38 metros del césped, casi la altura del larguero. Su espalda se situó a 1,41 metros del suelo en un ejemplo perfecto de la excelente técnica y la perfección física del delantero portugués.

Muchos se acordaron de otro maravilloso gol de Cristiano, el que marcó de cabeza a David de Gea en el Santiago Bernabéu elevándose por encima de Evra hasta alcanzar los 2'93 metros.

La hazaña de Cristiano levantó de sus asientos a los aficionados turineses, que le regalaron una tremenda ovación que el portugués supo agradecer: «Que un estadio como este por el que han pasado grandes futbolistas me aplaudiera es un momento único y estoy muy feliz. Cuando era niño me gustaba la Juve y que la gente te aplauda te queda en el corazón con buenos recuerdos. Para todos los italianos que estaban en el estadio: grazie».