Jurgen Klopp, el perdedor de finales

«No le conozco personalmente, pero sé que hizo un gran trabajo en el Mainz en sus inicios y ahora ha conseguido llevar al Liverpool a la final de la Champions, eso tiene mucho mérito», indica Zidane al preguntarle por el colega que anhela cercenar algún día el reinado europeo.

A los 34 años, nada más colgar las botas como futbolista del Mainz, Klopp cogió las riendas del modesto equipo y lo llevó a la Bundesliga por vez primera en su historia, hasta clasificarlo en la Copa de la UEFA en 2005. Tres años después, su labor era reconocida por el Borussia Dortmund, que lo eligió como el moderno Sacchi alemán. Su estreno fue fulgurante. Dio dos Bundesligas consecutivas y una Copa de Alemania al conjunto amarillo. Pero una temporada después empezó su calvario internacional. En cuanto Lewandowski se marchó al máximo enemigo. Sus críticos insolentes afirman que Klopp nunca ganó nada, que lo hizo el delantero polaco .

La verdad es que la buena dirección del dicharachero técnico en el Borussia nunca triunfaba a escala continental. El Bayern, el adversario al que deseaba desbancar, le derrotó en esa gran final de la Champions, hace cinco primaveras, después de golear al Real Madrid en el Signal Iduna Park por 4-1 con una exhibición de Lewandowski. El declive del preparador se perpetuó en la campaña siguiente, ya sin el ariete. El Real Madrid le devolvió el golpe y le eliminó en cuartos de final, camino de la Décima. Y el colmo fue perder la Copa de Alemania ese año. Un curso más tarde, en el verano de 2015, la decepción del Borussia con Jurgen Klopp era pública. Volvió a perder una final de Copa, esta vez ante un conjunto de medio pelo, el Wolfsburgo. Los dirigentes ya habían anunciado antes que su entrenador dejaría el puesto. A «Kloppo» le pesaba el cartel de perdedor de finales. Firmó por el Liverpool.

En el conjunto inglés consolidó su fama de derrotado. Primero cayó en la final de la Copa de la Liga ante el Manchester City. Mucho peor fue sufrir la derrota frente al Sevilla en la final de la Liga Europa, 3-1, en Basilea. Dos grandes citas europeas y dos grandes derrotas marcan su palmarés. «Tendré que cambiar todo lo que he hecho hasta ahora para ganar al Real Madrid », señaló con una sonrisa en la víspera, algo que finalmente no ha conseguido. «Yo soy normal one», aduce en oposición al autobombo de Mourinho.

Risueño, simpático, «Kloppo» se midió este sábado en Kiev a un entrenador totalmente opuesto a su carrera. Zidane llegó al Real Madrid el 4 de enero de 2016 y desde entonces ha conquistado todas las finales que ha disputado: dos Copas de Europa, dos Mundiales de Clubes, dos Supercopas de Europa y una Supercopa de España a doble partido, además de una Liga. El francés no sabe lo que es perder una. Klopp no sabe lo de ganar una europea.