La intrahistoria del test positivo de Mariano

Inteligente, previsor, el doctor Nico Mihic habló con la entidad y con Zinedine y suspendió la primera sesión física de la semana. No permitiría que los veinticinco integrantes del plantel, que se juegan su porvenir en la Liga de Campeones el 7 de agosto, se juntaran en un entrenamiento mientras no supiera su estado frente a la pandemia. Si durante dos meses han superado controles periódicos para jugar, y ganar, la Liga con seguridad, ahora debían continuar esa vigilancia médica perfecta demanera privada. Todos habían disfrutado de vacaciones en contacto con muchas personas en todo el mundo, como las propias fotos de los jugadores desvelaban.

El jefe de los servicios médicos de la entidad planificó un test individual a cada jugador y a sus familias en sus casas, separados los futbolistas unos de otros mientras no se conociera su respuesta ante el Covid-19.

Las medidas tomadas por el Real Madrid superaban las exigencias de la UEFA. Los resultados salieron más tarde. Había un positivo. Mariano Díaz estaba contaminado del coronavirus, pero era asintomático. Toda su familia se sometió también al control.

Conocida la noticia, con el foco mediático internacional que produce cualquier asunto relacionado con el club más famoso del mundo, el club se manejó con tranquilidad. La bomba subió y bajó con la misma rapidez, porque el resto de la plantilla nunca había corrido peligro. Mariano no había entrado en contacto con sus compañeros. Ningún futbolista del campeón de Liga había contactado con sus colegas hasta el entrenamiento del según día, el de ayer, que se celebró con normalidad. Todos los pupilos de Zizou se encontraban perfectamente, excepto Mariano, que también se siente «muy bien» sin desarrollar la enfermedad, pero debe someterse a varios tests hasta que demuestre dos negativos consecutivos en 24 horas de diferencia.

«El jugador se encuentra en perfecto estado de salud y cumpliendo el protocolo sanitario de aislamiento en su domicilio», confirmaba el Real Madrid.

« Lo que ha sucedido pone en valor el protocolo del club ante el coronavirus», destacaba un profesional de la empresa. «Fue el doctor Mihic quien decidió que los test de todo el primer equipo se realizaran de forma individual en sus respectivos domicilios, para hacer imposible el contacto entre los jugadores hasta conocer los resultados», profundizaba.

Su análisis posterior era determinante: «¿Nos podemos imaginar que habría pasado si el lunes, como el resto de clubes, hubiéramos citado a todos los jugadores y cuerpo técnico en Valdebebas para hacerles los tests? Ha sido un acierto de previsión de Mihic», remataba un hombre que trabaja habitualmente con el vestuario y que también se sometió a ese control individual.

Este es el quid de la cuestión. Si el Real Madrid se hubiera ejercitado el lunes mientras pasaba los tests de la pandemia, hoy toda la plantilla estaría en casa, confinada, pasando controles, hasta sumar dos negativos en 24 horas. No habría sido la situación idónea para pensar en vencer al Manchester City el 7 de agosto.

Hoy, ese objetivo de la Champions persiste incólume. Incluso Marcelo obtuvo el alta competitiva para jugar frente al equipo de Pep Guardiola, tras ser baja por una lesión muscular durante dos semanas. Mariano, por culpa del test positivo, fue la única ausencia, más por precaución que por enfermedad.

El delantero de origen dominicano no disputará el partido del Etihad, por seguridad interna del Real Madrid y externa de la Champions. El jugador envió un mensaje de agradecimiento a quienes le han apoyado en un momento difícil que le impide jugar: «Agradezco mucho vuestros mensajes de apoyo. Estoy perfectamente, gracias a Dios mi familia y mi entorno también están genial. Ahora estoy confinado en casa y espero volver pronto a la normalidad y poder estar con mis compañeros y el equipo. Un saludo a todos». Tanto el delantero como sus familiares son asintomáticos. El virus le ha tentado en estas vacaciones, donde ha tratado con muchas personas.

Zidane comenzó ayer un trabajo intenso con su plantel que continuará hasta el próximo martes. Son sesiones duras, de ejercicios cortos y fuertes, que buscan sacar la velocidad punta sobre una base aeróbica excelente. Es lo que predijo en ABC José Luis San Martín , expreparador físico del club. El entrenador francés organizará también programas tácticos para tener el balón y dominar al City en Manchester.