Real Madrid
Hazard, en la encrucijada
Vinicius le ha quitado el puesto en la banda izquierda y no termina de superar los problemas físicos, pero el delantero belga confía en volver a ser protagonista en el Real Madrid
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Iniciar sesiónSu situación no es agradable. Las lesiones han roto su carrera y no sabe cuando volverá a ser el mismo futbolista de hace tres años, cuando fue elegido como quinto jugador mundial tras Cristiano, Messi, Neymar y Mbappé. Ese rol lo perdió desde ... que su compatriota Meunier le destrozó un peroné en el Bernabéu en un partido de Champions frente al PSG. Ahora, en su tercera temporada en España, busca resarcirse «y devolver al Real Madrid algo de lo que me ha dado».
El club español pagó 100 millones de traspaso al Chelsea y hay 50 millones más en bonus. Se siente mejor paulatinamente, aunque los médicos de la casa tiene cuidado con él. No quieren todavía que dispute dos partidos consecutivos completos. Por eso acumula 203 minutos repartidos en cuatro encuentros de Liga. Después de ser titular ante el Celta no debutó en la Champions.
Su rendimiento ha evolucionado esta campaña. Comenzó siendo titular en el triunvirato Bale, Benzema y Hazard que Ancelotti se inventó como estreno del curso. Pero llegó la explosión rauda de Vinicius para quitar el puesto al belga y una lesión ha descartado una vez más a Bale del escenario madridista. Los jóvenes se les han subido a las barbas.
Hazard sustituyó al galés ante el Celta en una delantera formada junto a Benzema y el extremo brasileño. En San Siro, tres días más tarde, no disfrutó ni un minuto de Champions. La imperiosa necesidad de vencer hizo que el entrenador italiano apostara por Lucas primero y por Rodrygo después, quien decidió el triunfo con un remate al filo del reloj. El técnico lo dijo todo muy claro: «Busqué un jugador más de banda, para ensanchar el campo y entrar por fuera». Eligió al joven goleador brasileño. Hazard es un futbolista que «tiende a ir más por el interior», precisó. No busca los flancos. Ahora mismo no es decisivo. Es lo que desea volver a ser. «Honestamente, no está al nivel que quisiéramos todos, pero tenemos confianza en que vuelva a estar en su mejor condición», advirtió Carletto con franca sinceridad.
Unas molestias en una rodilla se añadieron a las pesadas alforjas de la estrella belga para no saltar al césped de San Siro. Era mejor no arriesgar, no forzar, que ya sabemos lo que ha sucedido con Ramos y Mendy por empeñarse en medirse al Chelsea el 5 de mayo sin estar recuperados. Hoy siguen de baja, cuatro meses después, y se perdieron la Eurocopa. El cuerpo técnico y el cuadro médico del club nunca permitirán que eso ocurra con el belga. Ya están escarmentados de los ambiciosos egoísmos de los futbolistas y Hazard no tiene ese egoísmo.
Ayer, todavía sentía alguna molestia en esa rodilla . Sin embargo, quiere jugar, espera hacerlo. Han pasado siete días desde que protagonizara una hora de fútbol ante los celtiñas, siempre regulado en el tiempo, y hoy aspira incluso a ser titular en Mestalla.
Cambiar la visión externa
Está ansioso por demostrar, por devolver, por satisfacer al aficionado madridista. Vive en una encrucijada entre sus anhelos y su realidad física. Desea hacer goles, ser determinante y debe hacerlo en sesenta minutos, pues sus vigilantes médicos piden al «allenatore» que gradúe al delantero. La telemetría del fútbol dicta que a partir de disputar 70 minutos es cuando llegan la abrumadora mayoría de las lesiones y no dejan que «Eden» alcance ese tiempo en el césped. Y nunca ha superado, en efecto, los 65 minutos.
Hoy quiere ser titular y se mide a un Valencia que, como todos los equipos de Bordalás, son muy duros y juegan al límite del Reglamento. No le importan. Desea saltar al campo y decidir. Es su tercera campaña en el Real Madrid y es el primero que está harto de sus números. Únicamente ha jugado 47 encuentros en dos años , 34 como titular, y solo ha acabado cuatro. Cinco goles y siete asistencias rellenan su discreto balance en España, mermado por sus lesiones en el peroné.
«Para la gente en casa soy el que siempre está lesionado, esa es la fotografía que tiene de mí ahora, pero nadie ha jugado más que yo en los últimos diez años», manifiesta con objetividad. «Firmé con el Real Madrid cinco años y los dos primeros no fueron buenos, en parte por las lesiones. Tengo tres más para demostrar lo que soy y espero que eso suceda». Esta es su temporada clave, en el ecuador de su contrato. Su encrucijada de caminos para determinar el futuro. Es la hora de la verdad.
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